16 septiembre, 2019

Estaciones policiales: el cambio de gestión abre un enigma por su futuro

Rosario - La primera se inaugura en noviembre. Perotti no dijo si seguirá o no con este modelo que ya hizo cesar al 40 por ciento de las comisarías rosarinas.

 

A poco más de dos meses del cambio de autoridades en la provincia el futuro del Plan de Refuncionalización del Sistema de Comisarías, que supone en Rosario el reemplazo de las antiguas seccionales por seis estaciones policiales, es una incógnita. El programa que se realiza desde hace casi cuatro años ya dejó fuera de funcionamiento a más de la mitad de las comisarías de la Unidad Regional II y seguirá adelante hasta el último día de la gestión del gobierno de Miguel Lifschitz. Su continuidad dependerá de los criterios que adopten los encargados de seguridad del mandato que inicia Omar Perotti el 10 de diciembre.

El sistema de comisarías, que es una estructura de más de cien años, ya no funciona como tal. En Rosario casi un 40 por ciento de ellas cesó de manera definitiva en tanto que algunas absorbieron actividades de otras que salieron de servicio. De las estaciones policiales proyectadas para reemplazarlas la primera será inaugurada en noviembre. "Vamos a dejar el sistema funcionando con la Estación Sudoeste en diciembre", indicó Luciano Durand, director de Coordinación de Gestión del Ministerio de Seguridad.

Otras respuestas

"La proximidad del trabajo policial tiene que ver con su despliegue operativo en la calle y en sus tecnologías de comunicación. La calidad del servicio ya no está atada a la infraestructura edilicia, ni lo estaba antes de empezar este plan", dice Esteban Santantino, director de Planificación Estratégica de Seguridad. El funcionario subraya las quejas repetidas de vecinos que no conseguían que en la comisaría les tomaran la denuncia ni les enviaran un patrullero cuando llamaban. La prestación de esas funciones cambiaron. Los centros territoriales de denuncia (CTD) y el 911 son los relevos para dar esas respuestas, dice Santantino, que las seccionales de manera probada no daban.

Se da un cambio con la conducta del público en Rosario respecto de la demanda de servicio policial. En la zona central de la ciudad el 70 por ciento de los usuarios hace sus denuncias en los CTD de Mendoza 3538 o Montevideo 1968, en tanto que el 30 por ciento sigue asistiendo con ese mismo fin a las comisarías que quedan. En los barrios la proporción se invierte: el 70 por ciento acude a las comisarías y el 30 por ciento a los CTD que funcionan en los centros municipales de distrito. "Esas dimensiones no son comparables ya que del total de denuncias de Rosario la zona central tiene casi el 50 por ciento, con lo que el porcentaje 70 a 30 es mucho mayor en cantidad en el centro, donde la gente va menos a comisarías", dice Durand.

Las seis estaciones policiales o comisarías distritales están en marcha con distintos desarrollos de su plan de edificación. Se proyectó una por cada distrito de la ciudad.

En las estaciones se definirán todas las actividades en materia de planificación operativa y atención a la ciudadanía. Los empleados policiales allí estarán liberados tanto de tareas administrativas como de cuidado de detenidos por lo que la actividad es esencialmente operativa. Esta se define en base a la información criminal que a partir de los llamados al 911 llegan a la central operativa OJO, ubicada en la sede de Gobernación.

Incierto

El Ministerio de Seguridad anunció que en noviembre tendrá habilitada la Estación Policial Sudoeste, en Crespo y Sabatini, una obra de gran envergadura en barrio Acíndar. Esa directiva implicará un paso más en un sistema que con la desafectación de casi cuatro de cada diez comisarías de sus funciones históricas. La pregunta automática alude al futuro del plan, cuando no hay precisiones aún sobre el modelo de seguridad que impulsará Perotti, que alguna vez declaró que se inclinaba por el sistema de unidades regionales estructurado en la histórica área de Orden Público, que implica la vigencia del sistema de comisarías, hoy en retirada.

Se sabrá cuando se conozca el entrante ministro de Seguridad. Uno de los nombres en danza para el cargo es el politólogo Marcelo Saín con quien la idea de una continuidad es presumible. En la Estrategia de Seguridad Preventiva en provincia de Buenos Aires en 2002, cuando Saín fue viceministro, el esquema preventivo y operativo contaba con una coordinación centralizada y una ejecución descentralizada, donde las comisarías perdían su relevancia, pasando a ser sólo bases operacionales de las delegaciones departamentales. No obstante distintos modelos de gestión de seguridad pujan hoy en el justicialismo por lo que el destino del proyecto hoy se ignora.

Las comisarías hoy en extinción prestaban centralmente tres servicios: tomar denuncias, asignar móviles ante incidentes en su jurisdicción y alojar a quienes eran arrestados. Hoy ninguna de estas tres funciones se prestan en la comisaría. Cada distrito tiene ya uno o más CTD donde desde 2015 los interesados reportan los delitos o faltas. Los pedidos de intervención policial hoy se realizan exclusivamente al 911 que canaliza las órdenes de servicio. Y finalmente todos los detenidos fueron saliendo de las comisarías hacia dependencias penitenciarias.

Otra actividad

¿Se resintió el servicio policial con la desaparición de la comisarías? En el OJO sostienen lo contrario y no, afirman, en base a criterios intuitivos sino a mediciones verificables. “La actividad policial se incrementa según el informe hora por hora del volumen del servicio con registro de patrullas y de caminantes que queda asentado en la central. Son datos de gestión de operatividad policial que provienen del GPS”, dice Santantino.

   “Actualmente en los lugares donde aún existe una comisaría el que decide el movimiento de los móviles en la calle ya no es el comisario sino el área de Operaciones de la Unidad Regional II en base a lo que pauta el OJO”, sostiene.

   “Hoy Rosario está dividida en 102 cuadrículas y cada una tiene que tener un móvil. Puede haber desajustes en el sistema porque no están en un punto fijo sino que se mueven en base al 911. Pero la cobertura de la ciudad es más rápida y racional. Las comisarías ya no ordenan a los patrulleros dónde ir”, afirma Durand.

   Las estaciones policiales tendrán ámbitos de atención al público las 24 horas con boxes de denuncia donde además habrá personal civil. En un segundo ámbito habrá un bloque de operatividad en el que los policías cuentan con vestuario y armero. También allí funciona un auditorio llamado Academia donde en cada turno se les imparten a los policías las órdenes de servicio. “En este espacio se sale del lugar de la intuición porque se da la orden y el policía vuelve con un parte de actividad que no queda en el aire sino registrado en la central. Esto permite controlar el servicio y a la vez aporta un dato que se usa para el análisis criminal y el diseño de la actividad siguiente”, sostiene el funcionario.

   Por cada estación policial habrá un denominado “punto de ingreso”. Ese será un espacio de recepción y registro de los procedimientos policiales, a donde llegan las personas detenidas. Allí también tendrá lugar la Fiscalía, la Defensoría y personal médico.

   En construcción están las estaciones Sudoeste y Sur en Uriburu e Hipócrates. Los puntos de ingreso en obras son los Sudoeste, en la ex subcomisaría 19ª de barrio Las Flores, y próximamente la del Sur, que será donde funcionaba la comisaría 15ª.

Desafectadas

Las comisarías que ya no funcionan son la 1ª (Rosas 1350), donde está la Brigada de Orden Urbano ; la 3ª (Dorrego 161) es sede del Organismo de Investigaciones. En la 4ª (La Paz 450) está la Policía Comunitaria. En la 6ª (San Luis 3261) está la PDI. La 7ª (Cafferata 345) entrará en demolición al igual que la 8ª (Thedy 375 bis). En la 10ª (Darragueira 1158) funciona el punto de ingreso del Distrito Norte. La 11ª de Tablada (Lamadrid 200 bis) es una base de la Policía de Acción Táctica. En la 13ª (San Nicolás 2000) se estableció la Unidad de Protección de Testigos. En la 21ª (Arijón 2349) funcionará un centro de denuncias. En la comisaría 18ª (Francia al 3600) estará la PAT.

   La 33ª (Medina al 5800) se dejará de usar por su mal estado edilicio y ser alquilada. También por su frágil infraestructura se desafectó la 34ª de barrio Rucci. Si el plan venidero implicara reponer las seccionales habrá una tarea no menor que, en muchos casos, supondrá nada menos que construirlas de nuevo.

Fuente: La Capital

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