MEDICINA LEGAL: Entre la anomia y el abuso

Por Alberto Martínez

Prosiguiendo el tramite de un familiar a la que asisto volví a presentarme en esta división en la ciudad de Rosario donde para mi sorpresa fui invitado a pasar a una reunión que no solicite ni de la que decidí participar hasta que ingrese a una vieja y reducida oficina de 4x4 mts en la que me esperaban cinco personas, entre ellas una médica (Dra. Burri), dos abogados y dos mujeres mas que calculo serian una de ellas (la que me invito a pasar) la que estaba a cargo o al menos actuaba como si lo estuviera y otra perdida en un escritorio del fondo que hacia de grabadora de lo que sucedía.

Si bien la reunión fue breve y por cortesía escuche a quien fue referida con fuertes criticas en una nota en este portal (Burri a la que invitamos y a sus jefes a publicar su versión de los hechos si la hace llegar) la que expuso explicaciones y planteos realmente llamativos, me sirvió para ver la falta total de medidas básicas que son de publico conocimiento y que ellos como profesionales y funcionarios públicos no pueden ignorar.

A sabiendas de que esto sería reflejado seguramente en una nueva nota periodística, nada los privó de armar una reunión sin medidas de protección y de invitar a una persona (en este caso este servidor) que a vistas nomás puede ser posicionado como uno más en el grupo de riesgo. Imaginemos lo que debe soportar quien si posibilidades de acceso a canales de prensa y hasta con temor a participar siquiera de redes sociales puede pasar.

A esta acción temeraria cuanto menos se le suma otro rasgo distintivo como es el el de la marcada violencia laboral que allí se aplica a quienes son considerados obviamente como un numero y son tratados como tales. En ese contexto, es de suyo que estos funcionarios reciben ordenes verbales que bajo ningún modo quieren plasmar por escrito y así nos encontramos que al personal afectado le “ordenan” que rompan la cuarentena y asistan a ese edificio pero nada queda plasmado en documento alguno, es decir hay un mecanismo jerárquico que da ordenes verbales pero que no se atreve a firmarlas.

Si a mi me participan sorpresivamente de una reunión innecesaria en un recinto cerrado con otras cinco personas sin protección alguna ¿porque no puedo concluir que también lo hacen con otras personas? ¿Se comprende el grado de anomia y abuso que rige en ese lugar?

Es lamentable que esto siga sucediendo con un sadismo profesional sin limites en el ámbito de la policía provincial cuando en otros sectores del Estado Provincial las directivas y las acciones son totalmente distintas, es decir de apoyo y protección al personal.

De esto y para documentar cada paso se realizo una ampliación de la denuncia de la semana pasada con intervención del Fiscal de Violencia Institucional y se ampliara ante las autoridades del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Luego de esto y en horas de la tarde, la paciente (una empleada que debuta con una licencia medica luego de años de servicio) fue visitada por la medica en su casa, como corresponde a una Licencia Domicilio y en una cuarentena obligatoria.

El litigio sigue, el empleador deberá tomar resolución de fondo, ponerle la firma y el pleito seguirá seguramente en los tribunales y mientras tanto cientos de “fantasmas” es decir policías que cobran como tales pero no concurren a los lugares de trabajo no son molestados pese a que ya surgieron la primer decena de nombres y apellidos de ellos, algunos incluso en el exterior del país. 

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En el día de hoy personalmente estuve en esta dependencia y pude comprobar lo que después denuncie en Asuntos Internos y que es un episodio de una vieja practica de unos malnacidos que se encargan de "verduguear" a sus propios compañeros y te lo voy a contar con detalles.

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