MELINCUÉ: Abuso sexual a una detenida y malestar policial por presiones

Por Alberto Martínez

Se trata de una causa en la que interviene un fiscal y que investiga la denuncia de una mujer detenida contra otro detenido que dicen abuso de ella. La pregunta lógicas es como sucedió semejante hecho si los penales están separados entre femeninos y masculinos y allí surge un tejido de relaciones comprometedoras y nuevamente un manejo de crisis erróneo.

Es que el detenido en cuestión dicen gozaba de privilegios que le permitían tener acceso a personas de manera irregular y en ese intercambio de favores se sucedió lo que ahora se investiga como una violación.

A partir de allí, el manejo de la crisis fue tapar el escándalo hasta que días después viendo las filtraciones debieron dar cuenta a la fiscalía aunque se comenta que el plazo entre el hecho y la denuncia hizo caer medios probatorios que deberían haberse preservado. Como decían los Comisarios Santía y Ulises Cardozo en sus cátedras, “El tiempo que pasa es la verdad que huye”.

En este contexto y con el correr de los días se dieron pases y se apretaron a personal policial para determinar el rumbo de la “investigación” y allí surge el reclamo gremial y crece el estado de malestar para con la propia jefa Margarita Romero a quien apuntan en la máxima responsabilidad del caso y en la conducción conflictiva de la unidad.

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