NUESTRA SALUD. Exigimos un examen psicofísico anual

Por Miguel Zalazar

Este aspecto es especialmente relevante en determinadas profesiones de riesgo o de alta trascendencia social; sin dudas la labor de un policía requiere de una lupa permanente en este sentido. Una de las definiciones más comúnmente aceptadas de aptitud laboral es la de “capacidad psicofísica de un trabajador para realizar las tareas asignadas a su trabajo sin que éste suponga riesgo para su propia salud o la de tercero.

Los casos más recurrentes de nuestros camaradas tienen que ver con determinaciones que cuestan vidas ajenas y propias; el pasado año, en el sur provincial un agente policial mató a su ex pareja con el arma reglamentaria; hace unas semanas un compañero se quitó la vida en San Vicente, donde en semanas previas comentaba lo mal que la estaba pasando en su trabajo; hace pocas horas se conoció la decisión de una compañera de quitarse la vida.

Tres casos, más allá de las circunstancias puntuales que nada indica que no pudiesen haberse evitado; y eso se logra con prevención, con un seguimiento del empleado desde el punto de vista de su salud, y que sea un apéndice de su legajo personal.

Si tenemos compañeros con exceso de peso, hay que tratarlo, si tenemos compañeros y compañeras con estrés, hay que tratarlos, si hay madres afectadas por el desarraigo respecto de sus hijos, hay que buscar soluciones, y si hay policías con otras patologías, particularmente psicológicas, la institución debe tomar cartas en el asunto.

Una licencia médica no puede seguir siendo un mero protocolo administrativo sumido a una hoja donde el medico policial que te atiende, y no es de la especialidad de tu afección, le sugiere días de licencia por enfermedad al jefe y este como si fuese una especie de magister de la salud, las otorga sin más trámites; o que la quita del arma sea más una costumbre sin argumentos serios; acá se necesitan revisaciones médicas anuales para todo el personal, y eso debería salir por Ley.

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