El gobierno intenta esconder las acusaciones que pesan en la justicia sobre la directora de Asuntos Internos, Subdirectora Mariana OLIVIERI; mientras que la misma es la encargada de aplicar disponibilidades a policías por meras causas administrativas, e inhabilitarlos para los ascensos.
Por Miguel Zalazar
“No hay lugar para los delincuentes” decía en campaña Omar PEROTTI, “el policía que delinque será apartado inmediatamente”; sin embargo, hoy están tapando un escandaloso hecho que pega en el seno ministerial; y es que la directora policial del Organismo, fue identificada dactiloscípicamente hace unas semanas por la comisión de diversos delitos; orden que fue impartida por la Fiscalía de Delitos Complejos, y en los próximos días sería imputada por ello.
Mientras el camino procesal de OLIVIERI sigue; al mismo tiempo, la oficial superior hace observaciones sobre sus pares en lo que tiene que ver con los concursos de ascensos, inhabilitando policías para ello. Cabe la pregunta, más allá de una conducta inmoral por parte de “la directora”, ¿está en condiciones de hacer observaciones alguien que está siendo sometida a un proceso penal?; obvio que no.
El Gobernador Omar PEROTTI sigue generando críticas hacia adentro de la fuerza, porque premia a los que están bajo sospecha judicial y no así a los que trabajan; un claro ejemplo fue lo que ocurrió con el Oficial PAIS en Cañada de Gómez, que de no haber sido por la presión social aun seguiría detenido, ya que el gobierno no se hizo eco del mediático suceso.
OLIVIERI, DEL VERTIGINOSO ASCENSO A LA CAIDA EN PICADA
Cabe recordar que Mariana OLIVIERI fue ascendida sin concursos previos a la jerarquía actual, gracias a su “relación” con el ministro de seguridad Marcelo SAIN, similar a Emilse CHIMENTI, Martín MUSURUANA y Mariano BERTOLOTTI; algo que provocó la irritación de muchos de sus pares que hay hecho su carrera escalón por escalón; de ahí que la jerarquías les dio cargos, pero no poder; es sabido que esos ascensos carecen de ascendencia sobre los subalternos; de hecho hoy hay un subjefe de policía al que el noventa y cinco por ciento de la fuerza no conoce.
OLIVIERI, no alcanzó a calzarse el traje de directora en lo que tiene que ver con la operatividad del Organismo de Control Policial; de hecho, es la peor gestión desde su creación del “ex asuntos internos”.
Tras convertirse “per saltum”, en subdirectora de policía, solo se vio favorecida por los suculentos montos de gastos reservados que ha tenido, que sabemos no se rinden, y de los que se elucubran gastos llamativos, como el de la compra de una cámara fotográfica marca Nickon de dudosa procedencia.
OLIVIERI, ni si quiera paso sin pena no gloria en la gestión, en lo que tiene que ver con su labor específica, ya que la pandemia y el contagio por Covid la tuvieron fuera del servicio efectivo, quedando la dirección en piloto automático, y solo reestableció su trabajo luego de sus vacaciones en República Dominicana.
La oficial superior tiene la particularidad de casi no pasar por el despacho sede de la provincia que está en la capital de la provincia, pasa algún día de la semana en Rosario y el resto lo hace vía WhatsApp; evidentemente algo no anda bien.
La carrera de OLIVIERI que se vio impulsada por un cohete hacia arriba, hoy quedo truncada y está en caída libre, ya que la fiscalía será implacable cuando le lea las imputaciones que pesan sobre la misma.
Todos saben que el proceso administrativo debería estar en marcha, con el dictado de una disponibilidad, sin embargo, el Gobernador PEROTTI , el ministro LAGNA, y la subsecretaria Raquel COSGAYA parecen protegerla.
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