Más de tres mil policías enfermos de los que nadie se ocupa

Por Miguel Zalazar

Los trabajadores policiales de la Provincia de Santa Fe, nunca han tenido un seguimiento para saber realmente el cual es el estado de salud en que están prestando servicios; y no se trata de que aquello que no sea motivado por el servicio no sea observado, o no deba ser de interés para el gobierno de turno. 

Las licencias médicas que se otorgan por un exiguo tiempo y que devienen de un resfrió, de una dolencia pasajera, es de entender que no sean puestas bajo la lupa; ahora, cuando esas licencias son de larga duración, en diagnósticos tales como; “trastorno de ansiedad”, “estado depresivo”, “trastorno de estado de ánimo”, “trastorno de pánico”, “trastorno de angustia”, “trastorno adaptativo”, “cirrosis”, “trastorno depresivo mayor”, “estrés laboral”, “esquizofrenia”, “inestabilidad emocional”, “trastorno bipolaridad”; deben tener un exhaustivo análisis por parte de la institución a través de medicina legal, y también de las autoridades de Recursos Humanos el Ministerio de Seguridad. 

LA FACIL, EL RETIRO DEL ARMA 

La plantilla de médicos de la policía, casi de manera automática, ante las patologías como las que se describió antes, aplican un añejo protocolo, vetusto, y que no solo que no resuelve a la policía lo que tiene que ver con los recursos humanos, el estado de salud de estos, ni tampoco hay una disposición que lleve a hacer controles permanentes. 

A Medicina Legal no le importa absolutamente nada la salud del empleado; es probable que así esté dispuesto o aceptado, es más, no son pocas las veces en que las licencias son rubricadas por empleadas de esa dependencia, “imitando” la firma del médico, con lo cual no se sabe quién y cómo otorga una licencia médica. Mucho menos hay interés por parte del Ministerio de Seguridad en la parte de recursos humanos. 

No se trata de dos o tres policías con un dolor de muelas, sino de “MILES DE POLICIAS” fuera de servicio y fuera de control, con afecciones importantes, y que en algunos casos pueden estar “TRABAJANDO SIN PORTACION DE ARMA”. 

Alguien para refutar este informe podrá decir que cada año hay la exigencia de una carpeta médica a quienes van a cursar en el Instituto de Seguridad Pública (I.Se.P.), como así también cuando hay concursos; eso no es un exhaustivo seguimiento; de hecho, hay casos de personas fallecidas o suicidadas que han tenido una carpeta médica impecable. Con esto, decimos que los policías, la policía, necesita PERMANENTEMENTE hacer ella misma los exámenes de vista, oídos, renales, análisis, etc etc 

LAS AVIVADAS

De los más de tres mil policías, también tenemos quienes aprovechando “algunas amistades”, o “armando una carpeta médica”, logran licencias médicas de larga duración, o la quita del arma, para no ir a trabajar o tener una reducción horaria. 

Cómo es posible que en las planillas a las que tuvimos acceso en nuestra redacción APROPOL Noticias, nos encontremos con “policías” que están con licencias médicas largas, o se les haya retirado el arma, y han sido vistos “atendiendo negocios particulares”, o empleados en otros lugares.

Como se entiende eso, tienen un “trastorno adaptativo”, para ser policías, por lo que cobran un salario mensualmente; ¿pero no tienen ese trastorno para trabajar en otro lugar? 

Que hace el Organismo de Control Policial que no sale a hacer su trabajo y determinar quien realmente está enfermo y quien no; o será que pueden chocarse en las listas con algún familiar. 

Hay muchos policías que dejan el cuero en las calles, que se gana dignamente sus salarios; pero también están “los vivos”, que recurren a la carpeta medica primero, y el reintegro al servicio sin arma con posterioridad y que cobran plus; eso no es justo. 

Jorge LAGNA debe ordenar este festival de irregularidades, y poner el acento en esos policías que tienen alguna enfermedad, devenida o no del servicio, y darle un sentido a la carrera de estos policias.

APROPOL Noticias