Los "Morelitos" de gira en unidades penitenciarias y policiales

Por El Espía

Como si fuese una funcionaria del ministerio de desarrollo social, o una ONG que hace beneficios, la Subdirectora General de Recursos Humanos dentro de la Dirección General de Recursos Humanos, Vanesa SUASNABAR, se presentó en dependencias del Servicios Penitenciario, no sabemos en calidad de qué, prometiendo la entrega de computadoras y otros elementos logísticos para las unidades.

Del mismo modo lo hizo en varias unidades regionales, expresando resolver problemas de insumos. Ahora bien, no siendo competencia del área, ni habiendo recibido directivas de sus superiores jerárquicos en el Ministerio de Seguridad, ¿por qué y para qué lo hizo?

Una de las respuestas posibles es porque quiere verse empoderada ante sus pares, todos empleados de la Administración Pública, donde ella, momentáneamente, subroga el cargo; y la otra posibilidad, es porque se mueve con cierta impunidad a partir que su madre, la contadora Ana María MOREL, responsable de los recursos económicos de la Cartera de Seguridad, y avala esta ilegalidad.

A pesar que las directivas del ministro han sido públicas y claras, “a la policía le da órdenes la policía”, la señora SUASNABAR parece no haberse hecho eco de esas directivas, y sale a hacer una especie de “campaña política interministerial”, lo que ha provocado que varios funcionarios políticos de diferentes áreas hayan hecho planteos a los superiores; y que podría tener una drástica respuesta en los próximos días.

No es la primera vez que la señora subrogante se maneja de esta forma, y con total desparpajo, como lo hizo al hacer celebraciones en oficinas con brindis regado de alcohol; sino que, a partir del arribo de su madre, ha intentado poner a todos bajo la suela de sus zapatos.

Desde algún área de seguridad, ha trascendido, que se está poniendo la lupa en la licencia médica que supo tener, en donde se la ha visto en lugares festivos y de viaje, al parecer gozando de plenitud en su salud.

Quizás estemos en la antesala, de un efímero poder que nunca existió, más que en una alocada idea de querer ser lo que no se es.

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