APROPOL objeta el espíritu de la iniciativa por considerarlo ilegal y arbitrario y que cercena la libertad sindical plena que tienen los trabajadores policiales sumiendo la cuestión en una practica totalitaria digna del fascismo. ALERTA SOBRE EL DESARME DE POLICÍAS FUERA DEL HORARIO DE SERVICIOS Y EL IMPACTO EN LA SEGURIDAD DE LA COMUNIDAD.
Por Alberto Martínez
El modelo sindical argentino que tiene raíces únicas asume que las “organizaciones libres del pueblo” son eso precisamente y es llamativo que una legisladora que se auto-percibe “peronista” viole ese principio ideológico y doctrinario de la banca asumió ante la ciudadanía y debiera honrar.
Decía Benito Mussolini en “La doctrina del fascismo” que “No hay individuos ni grupos (partidos políticos, asociaciones, sindicatos, clases) fuera del Estado” y el proyecto presentado en la Legislatura encuadra ideológicamente en eso.
El caso de la Alemania Nazi en cambio el totalitarismo arrasaba con los sindicatos y directamente los subsumía en organizaciones nazis que para 1933 era el único partido político permitido en Alemania. El Führer y sus disposiciones no se discutían y eran no solo la política del gobierno sino de una sociedad que perdía libertades.
Para León Trotsky "El Partido Comunista es la herramienta fundamental para la acción revolucionaria del proletariado, la organización de combate de su vanguardia que debe erigirse en dirección de la clase obrera en todos los ámbitos de su lucha, sin excepción, y por lo tanto también en el campo sindical”.
En la otra parte del mundo, China cuenta con el sindicato con más afiliados del planeta, pero su vinculación directa con el Partido Comunista le ha convertido más en un aparato del Estado y menos en una organización eficaz que luche por los derechos laborales de los cientos de millones de trabajadores de la potencia asiática según publicaba el diario ElPaís.
Y agregaba: “….La Federación Nacional de Sindicatos de China (ACFTU, en sus siglas en inglés) cuenta con 280 millones de afiliados, según datos de mediados de 2013, y su razón de ser es "unir el Partido Comunista de China y los trabajadores, ejercer como apoyo social importante para el poder político del país y representar los intereses de los empleados….".
Queda claro que ninguno de los modelos antes señalados tiene que ver con nuestra normativa legal ni el modelo sindical argentino.
PROYECTO BRUERA
Bajo el eufemismo de un proyecto de "Estatuto laboral para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley" se desarrollan aspectos de la “sindicalización policial y penitenciaria”. (VER NOTA: "SANTA FE: La Legislatura debate un proyecto que habilita la agremiación de las fuerzas de seguridad").
El proyecto de la diputada Bruera tiene una impronta totalitaria muy clara en tanto y en cuanto se entromete de lleno en la libertad sindical plena que nos asiste a los trabajadores de organizarnos libremente como tutela la legislación que en cambio reprocha estas actitudes de los empleadores bajo la figura de “practicas desleales”.
Esta claro que lo que el Estado Nacional Argentino asume como compromiso internacional bajo instrumentos del derecho es la protección y la promoción de esos derechos no su manipulación o cercenamiento como lo viene haciendo desde hace décadas. Mal puede el Estado Provincial de Santa Fe avanzar y persistir en ese camino.
Un proyecto de estas características no puede ni debe arrogarse la facultad de “dirigir” a ninguna organización sindical sea o no de policías o penitenciarios como es este caso.
Acá se habla de “sindicato único”, se nos dice como y que hacer y hasta se da el lujo de señalar el tiempo, la forma y los requisitos de permanencia de nuestros dirigentes, reservándose la posibilidad del desplazamiento de ellos por la vía no solo de una sanción disciplinaria en lo laboral sino peor aun si por ejemplo se le aplica una “medida preventiva” como es un pase a situación de disponibilidad. ¿Se comprende el grado de vulneración a que se somete a la organización y a sus dirigentes?
Es de “carácter reduccionista” debido a que relega a los trabajadores a un listado de misiones institucionales e incluso llega a proscribir otras que tienen relación directa pero no están “nomencladas en esta pretendida ley”. Así por ejemplo si el sindicato policial pudiera aliarse con los docentes para luchar por la educación publica de sus hijos no podría; similar situación con temas como salud, medioambiente, soberanía alimentaria, ecología etc. Relega a los policías a discutir un peso mas o menos de salario y sobre los borcegos, la camisa o el birrete. ¿Se comprende?
Todo esto debe ser repudiado por la familia policial porque encubre una trampa bajo la figura de “sindicalizarnos” en realidad de generar un mecanismo fácil de manejar al antojo de los gobierno pero con un barniz de aparente democracia y de legalidad.
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