El término oblación (del latín oblatio, “ofrenda”) alude a una ofrenda o sacrificio que se realiza a una divinidad y eso es lo que Occidente ha hecho con Ucrania, sacrificándola en ofrenda para tratar de mantener un orden internacional que preserve los intereses del “Estado Profundo” (Grupos económico-Financieros occidentales globales).
Por Ariel Rolfo
La guerra de Ucrania es una consecuencia lógica, promovida y planificada con antelación desde los centros de decisión geopolíticos Anglo-Yanqui. Como siempre ocurre en estos casos, donde las potencias globales llevan adelante sus iniciativas en el tablero geopolítico internacional, ellas son las principales beneficiadas en detrimento de las naciones débiles.
En este escenario Ucrania con su gobierno es solo una marioneta de los Titiriteros Globales y su pueblo su principal víctima.
LA RAND CORPORATION
La Rand Corporation es el más influyente de los Centros de Pensamiento (Think Tank) del “Estado Profundo” estadounidense, que es el centro subterráneo del poder verdadero (oligarquías económicas, financieras y militares anglo-yanquis). El Estado Profundo es el poder que determina las opciones estratégicas, no solamente para Estados Unidos sino para todo Occidente.
La RAND Corporation, cuyo cuartel general está ubicado en Washington, dispone de un verdadero ejército que cuenta con 1800 investigadores que están distribuidos también otras sedes secundarias en Norteamérica, Europa, Australia y la región del Golfo Pérsico. La RAND Corporation tiene personal estadounidense en más de 25 países.
La RAND Corporation, que se autocalifica como una «organización no lucrativa y no partidista», está oficialmente financiada por el Pentágono, el US Army (las fuerzas terrestres de Estados Unidos), la US Air Force (la fuerzas aérea de Estados Unidos) y la «comunidad de inteligencia» estadounidense (las llamadas «agencias de seguridad nacional», como la CIA) y por poderosas organizaciones “no gubernamentales” (USAID y NED).
Según los analistas de la Rand Corporation, Rusia sigue siendo para Estados Unidos un poderoso adversario en ciertos aspectos fundamentales. Así que Estados Unidos debe aplicar, junto con sus aliados, una estrategia conjunta a largo plazo que aproveche las vulnerabilidades rusas. Con ese objetivo se analizan diversas maneras y alternativas de llevar a Rusia hacia una situación de desequilibrio.
En ese modelo que aproveche las vulnerabilidades rusas se inspira el plan expresado en los documentos Overextending and Unbalancing Russia (Sobre-extensión y desequilibrio de Rusia) y Extending Russia: Competing from Advantageous Ground (Extendiendo Rusia: compitiendo de un terreno ventajoso) de la Rand Corporation del 25 de mayo de 2019.
Ambos informes fueron presentados a la Cámara de Representantes de Estados Unidos el 5 de septiembre de 2019.
A la luz de los ejes planteados por los documentos se arriba a la conclusión de que, aunque Moscú inició los combates, adelantándose así a la ofensiva que Kiev había preparado en secreto contra el Donbass, en realidad la guerra en Ucrania no es una iniciativa imputable a Rusia. Lo que hoy sucede en Ucrania estaba planificado desde 2019 y así lo demuestra el plan de la RAND Corporation presentado en la Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos el 5 de septiembre de 2019.
Los analistas de la Rand Corporation estiman que la mayor vulnerabilidad de Rusia es su economía, debido a su fuerte dependencia de la exportación de petróleo y gas, cuyos ingresos es posible reducir reforzando las sanciones económicas-financieras e incrementando la exportación de productos energéticos estadounidenses. El objetivo es lograr que Europa disminuya la importación de gas natural ruso, sustituyéndolo con el gas natural licuado importado desde otros países por vía marítima.
EL PLAN
El Plan de la Rand Corporacion fue utilizado y llevado al extremo en el plano geopolítico, ya que armar a Ucrania, promover su incorporación a la OTAN y llevar al límite la tensión geopolítica con Rusia, amenazando su seguridad aun con el riesgo de la guerra directa (algo no aconsejado por la Rand Corporacion), permite a los decisores de Estados Unidos con esta guerra proxy generar un conflicto entre Rusia y el resto de Europa con las siguientes consecuencias deseadas:
—Revitalizar una OTAN senescente, incrementando las fuerzas militares de los países europeos miembros de la OTAN y la presencia de tropas americanas en territorio europeo para utilizarlas en la contención de Rusia.
— En el plano militar, Estados Unidos podrá obtener importantes resultados, a bajo costo y con pocos riesgos, a lo que se sumaría un consecuente crecimiento de la carrera armamentista en la cual el complejo industrial-militar de Estados Unidos es el principal beneficiado.
—Disminuir la dependencia energética de Europa continental respecto de Rusia, en particular de Alemania y su reemplazo por nuevas fuentes energéticas manejadas comercialmente por corporaciones económicas occidentales con el consiguiente beneficio para occidente y perjuicio económico para Rusia.
—Dinamitar la posible entente o sinergia Germano-Rusa que fortalezca el entramado económico continental Euroasiático en detrimento de los intereses del Bloque Atlantista Occidental (Imperio Anglo-Yanqui). Este, por otra parte, siempre fue un objetivo geopolítico permanente que busco desde el siglo XIX el imperialismo británico.
—Generar a través del conflicto un Tapón Geoeconómico de Europa continental que la preserve como mercado económico, financiero, comercial y de consumo para las Corporaciones occidentales del Bloque Atlantista con respecto de las del nuevo Bloque de poder Euroasiático (China-Rusia-Irán).
Posiblemente, estamos presenciando una bisagra histórica, como lo fue un cuarto de siglo atrás la caída del Muro de Berlín, que dejara estructurado un mundo menos interdependiente, menos unipolarmente globalizado y un mundo multipolar más estructurado en bloques económico-políticos.
Es probable que esta sea a escala una reacción geopolítica y geoeconómica defensiva del Bloque Atlantista ante el avance irrefrenable del Bloque Euroasiático, que tiene su centro de gravedad en el eje Rusia-China.
Argentina es un país colonial sudamericano que no tiene incidencia con su accionar para condicionar en lo más mínimo el curso del conflicto en Ucrania. Por lo que lo más prudente es mantener nuestra neutralidad sin apoyar a ninguna de las partes en el conflicto, proponiendo solamente el diálogo y la negociación diplomática como la herramienta adecuada para la solución del mismo, sin olvidar en este accionar quienes son los actores principales y entre ellos quienes son nuestros verdaderos enemigos históricos.
Para tenerlo presente, solo hay que recordar que su brazo armado, la OTAN, está en Malvinas garantizando la usurpación de nuestro territorio, amenazando nuestra Patagonia, nuestro mar argentino y nuestro sector antártico.
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