Cayó “Damasco”; ¿Quién va a ir tras el verdulero?

“damasco”, quien fuera capturado el martes pasado, cuando intentó fugarse por caminos rurales de Galvéz, en Santa Fe, en una Toyota Hilux con su hijo de 12 años; era buscado desde 2019; aunque sus andanzas venían desde antes, y que los otrora jefes de las brigadas de drogas de los departamentos Belgrano e Iriondo, jamás pudieron advertirlo; abrió otras ramificaciones que pueden tener un futuro inusitado y ha creado preocupación para muchos.

Según comentan por lo bajo algunos “muchachos del palo” de la zona de la Ruta 34, a pocos kilómetros de Rosario, los 20 millones de pesos que ofrecía de coima “damasco” para zafar, serían apenas una propina de lo que en realidad maneja el verdulero.

Un “noble verdulero” puede vivir honestamente de su trabajo, y pelearla dia a día como todo laburante en nuestro país; ahora, cuando el frutero del barrio comienza con un crecimiento exponencial, y sigue en el mismo localcito de una calle que lleva el nombre de un prócer en la ciudad de Totoras, aparece con varios autos, compra dos terrenos al contado y comienza con una construcción en los dos terrenos de lo que será seguramente una faustuosa casa; eso pareciera que no se hace solo con la venta de “damasco”, otras frutas; u “otras verduras”.

El narco preso preocupa mucho, y algunos sostienen en la zona que esto podría despertar una “guerra”, donde alguien podría sacar a relucir hasta ametralladoras.

PULLARO, NI UN PASO ATRAS

Mientras “Rosario Sangra” aún sin cesar por los homicidios con o sin ajustes de cuentas; Maximiliano Pullaro, avanza contra el delito narco, aunque pareciera que hay quienes quieren ponerle palos en la rueda; y lo más penoso es que muchas veces son hombres de las fuerzas policiales, y ligados a combatir el negocio de las drogas.

Un dato a tener en cuenta, es el procedimiento llevado a cabo hoy en Rosario por agentes de la Brigada Motorizada de la Unidad Regional II, secuestrando 230 ladrillos de marihuana.

¿Dónde estaba la gente de microtráfico o microtráfico o como quieran llamarlos a los agendes de la Policía de Investigaciones (PDI) que tienen la exclusividad de ocuparse de éstos delitos? Algo huele mal internamente en los agentes antinarcóticos, y si hay “más ochoas”, aun lo peor esta por venir.

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