Así lo confirmó el Dr. Hugo Rodríguez, médico del Poder Judicial del Chaco que declaró en la cuarta jornada del debate.
Por Hugo Álvarez (*)
Por su parte, el Dr. Salomón Gurman (médico de parte por la familia Bravo) adhirió al planteo del Dr. Rodríguez. Durante la instrucción uno de los médicos que confirmó que el joven no había muerto de manera violenta fue amenazado de muerte por el padre de Bravo.
“No se encontró ninguna lesión violenta compatible con su muerte”
Estás fueron las conclusiones que compartieron el Dr. Hugo Rodríguez y el Dr. Salomón Gurman.
La investigación que comenzó cuando Leo Bravo falleciera en un móvil policial que lo trasladaba al hospital, terminó en un juicio que confirma día a día que el caso fue una gran causa armada.
En cuanto a la causa de muerte de Bravo, las autopsias fijaron como etiología de muerte una causa no violenta ni traumática, agregando diversos profesionales médicos (entre los cuáles están los Dres. Rodríguez y Gurman) que a Bravo no lo golpearon ni lo asfixiaron, sino que murió de una arritmia severa, coadyuvada por su estado de desnutrición y deshidratación.
El Dr. Rodríguez fue muy minucioso al detallar que en la autopista encontraron “un cuerpo muy enfermo, con pulmón hiperpigmentado, con pulmón de minero producto de la cocaína, restos de cocaína, corazón con tres preinfartos de vieja data, riñones con asepsia de vieja data, falla electrolítica. Nos llamó la atención que el cuerpo no tenía nada de grasa, la cabeza estaba intacta, no tenía signos de golpes”.
Por su parte confirmó que no hubo asfixia, y que su muerte se produjo a causa de una falla multiorgánica que provocó una parada cardíaca.
“No estaba golpeado. Llevaba días ausente y consumiendo”
Otra de las personas que declaró en la cuarta jornada fue Andrea Ojeda, ex pareja de Bravo. Relató ante el tribunal que en lo referente a la situación que acabó con la detención de Leo, ella no vió golpes, que Bravo no estaba ensangrentado, que a la camioneta lo subieron caminando.
Preguntada por el destino de Bravo, afirmó que desde el pasado miércoles antes de la detención, “había estado consumiendo”, y estaba “en un estado deplorable".
El miércoles Leandro desapareció, y el siguiente dato fue el de su detención. Por su parte Ojeda confirmó que Bravo tenía un problema serio de adicción y era un habitual consumidor de cocaína. Estos extremos se corroboraron con los testimonios de los forenses quienes afirmaron que habían encontrado rastros de esa sustancia en el cadáver.
Todos estos datos siguen confirmando la realidad de que Leo Bravo padecía un cuadro de salud altamente delicado que culminó con su fallecimiento más allá del esfuerzo de los trabajadores policiales por llevarlo a un hospital y salvarle la vida.
Repudio a las declaraciones de Jorge Ferronato
Por su parte, el Tribunal, la Defensa, la familia de los trabajadores policiales así como diversas organizaciones sindicales, gremiales y de Derechos Humanos repudiaron las declaraciones del Dr. Jorge Ferronato (abogado que encabeza la querella por los padres de Bravo).
El profesional realizó declaraciones en un programa de radio donde acusó a los jueces de “ser parciales”, trató a uno de los defensores (el Dr. César Collado) de “enfermo psiquiátrico” y atacó a los jueces diciendo que “ya se olía la injusticia”.
Consultados por este medio, allegados afirmaron que no se descartan denuncias contra el letrado, así como la petición de un Tribunal de Ética al colegio de abogados.
El viernes 17 continúa el debate.
(*) Presidente de la Asociación Civil Inocente Colectivo
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