Por Miguel Zalazar
Uno de esos casos era el del jefe de la Agrupación Unidades de Orden Público, (AUOP), comisario supervisor Rodolfo MENDOZA; quien por sus acciones y según fuentes de la regional de San Javier, oficiaba de mano derecha de la jefa de la Unidad, Emilce VAROLI.
Al parecer, el oficial jefe habría abusado de varias empleadas, algo que está en etapa de investigación por la fiscalía; y lo que llamo la atención, según fuentes consultadas, es que mucho antes de la primera denuncia, una de las víctimas había puesto en conocimiento de la situación a la propia VAROLI, quien no adopto ninguna medida al respecto, se mostró indiferente; lo que podría complicar su situación en los próximos días, a medida que avance la causa.
Los testimonios reunidos, habrían sido contundentes en una primera instancia, razón por la cual, el ahora ex jefe de AUOP fue identificado dactiloscópicamente por el delito de “abuso sexual simple”. Desde el punto de vista administrativo se dispuso la instauración de la disponibilidad para el mismo ante la gravedad de los hechos expuestos.
También trascendió, que la jefa de la Unidad Regional XIV, solo pretendía hacer una investigación más ligth, vía una información sumaria, y de esta manera, sin dar cuenta a la justicia, manejar el expediente, pero las distintas situaciones que ya eran vox populi en la ciudad cabecera del departamento, hicieron detonar algo que ya era insostenible.
MENDOZA SIEMPRE FUE CUESTONADO
Ya desde tiempo atrás, MENDOZA venía siendo cuestionado por las decisiones operativas en las comisarías, como así por la gran injerencia en decisiones que excedían a su cargo; pero que no podían ser observadas porque contaba con el beneplácito de VAROLI.
Todos recordaran el episodio de la “gran fiesta de Romang”, donde se perjudicó a mucho personal policial que solo cumplió ordenes; el responsable de eso fue precisamente el ahora cuestionado jefe.
RELEVO DE VAROLI
Ya es un hecho, que San Javier tendrá un nuevo jefe, la situación no da para más, y este ha sido el detonante, algo inexplicable que sucedía en la propia jefatura policial, y de parte de quien tenía a cargo el mando de todas las comisarias del departamento.
Emilce VAROLI fue y es cuestionada por su propio personal, por la sociedad a quien le dio la espalda, a quienes no quería recibir para dialogar respecto de la inseguridad, y si lo hacía era sin la presencia de los medios de comunicación.
La respuesta más disparatada respecto de la inseguridad en la ciudad, la dio uno de sus asesores, “cierren la puerta”; a partir de allí no hay anda más que agregar.
A veces las funciones o los cargos, se terminan por pasar a un rango o un cargo superior por haberse destacado, o en la policía por haber llegado a los años de servicio cumplidos; VAROLI no quiso retirarse cuando le correspondía, dejando paso a sus pares que vienen detrás; ese afán de querer perdurar sin razón alguna, porque su gestión fue lapidaria, hoy le cuesta muy caro, irse con la cabeza gacha y por la puerta de atrás.
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