Rimoldi encabeza una gestión agotada

Por Alberto Martínez 

La falta de planes del gobierno de Omar Perotti, la elección inadecuada de equipo y el aislamiento son los factores que llevan a Rimoldi a su tramo final de la corta pasada por el Ministerio de Seguridad que seguramente y como lo veníamos adelantando llevara al gendarme Brilloni a reemplazarlo.  

Atrás quedan ideas y proyectos truncos y el sabor amargo de que uno de los nuestros, quizás uno de los mejores no tomó dimensión de la importancia de la misión, eligió mal a su equipo y hoy paga las consecuencias.

La Jefatura de Policía de Miguel Oliva, totalmente deslucida y devaluada corre la misma suerte. La intervención de sus dos “asesores” (Romero Y Lasso) deslucieron la imagen de quien debería haber sido EL conductor de la fuerza. Las cuestiones mundanas de un “veranito” como les tocó por estos meses los apartó de la misión y también pagaran las consecuencias de sus actos.

APROPOL ha estado motivado con la llegada de Rimoldi a ese importante lugar, previo a ello mantuvimos reuniones y asumimos el compromiso de colaborar con la única advertencia de que ello no nos impediría ejercer nuestra labor gremial en defensa de los trabajadores policiales.

La ingratitud es una forma de indiferencia y desprecio. Un egocentrismo tan exagerado que nos hace olvidar a aquellos que nos beneficiaron, que estaban con nosotros, que nos ayudaron. La ingratitud no reconoce el mérito de los demás o los favores que recibe, al contrario los ignora. La ingratitud es una forma de egoísmo.

Hoy quienes componemos APROPOL seguimos en la misma seda. Otros vuelven a sus casas seguramente.

AMPLIAREMOS 

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