El título no pretende ser una imputación hacia el Ministro, sino, más bien un interrogante a partir de la denuncia que realicé en la Fiscalia la pasada semana.
Por Miguel Zalazar
Es donde hay situaciones que parecen mecanismos bien aceitados, donde unos pocos vivos, lamentablemente policías que deshonran el uniforme; en donde sobre la estructura institucional hacen una “empresa personal”, en la que a todas luces se ve, participan varios escaneos.
Y digo que “tengo sospechas”, porque cuando algunas conductas se repiten en el tiempo, y no se corrigen, no se sancionan, es porque claramente hay alguien que las sostiene; y si en un lugar determinado, sigue la manzana podrida del cajón, y las irregularidades siguen; es porque hacia arriba hay alguien que también se beneficia con esa ilegalidad.
Febrero de 1991, en Venado Tuerto el jefe de Policía, Comisario General Carlos DE NEGRI, dejaba impávido a propios y extraños al decirles en la cara que “había un apoyo al juego clandestino a campañas de agrupaciones políticas”, en ese momento gobernaba la provincia, Victor REVIGLIO del Partido Justicialista. La propia dirigencia política se enojó con el jefe policial por la denuncia pública que hizo.
Pero la cosa no cambio, a los meses cuando asumió como Gobernador Carlos REUTEMANN, también por el Partido Justicialista; ya que según lo relatan las crónicas de esa época “..en diciembre de 1991, el señor teniente coronel don Rodolfo Enrique Riegé fue designado secretario de Seguridad Pública, se consideró dueño del «botín» y, para ello, de inmediato se aprestó a poner en operaciones a los integrantes de su antiguo «equipo», pero no para darle seguridad a la población, tranquilidad y todo lo que atañe a la función policial, sino para poner en ejecución sus viejos planes de corrupción y enriquecimiento que ya había llevado a cabo cuando fue jefe de Policía de Rosario". En una reunión en una quinta de Funes "todos hombres prácticos y operativos pusieron precios a las unidades regionales del sur y fundamentalmente Rosario, que era la perla más codiciada". El fragmento agrega que "no habían tenido en cuenta que en Rosario estaba de jefe de Policía el comisario general Atilio Bléfari y a quien Riegé empezó a hostigar y ya impaciente, como no conseguía doblegarlo, antes de fin de 1991, lo cita a la ciudad de Santa Fe y en horas de la tarde, en su despacho, lo intima para que «apriete» más, es decir, que elevara los «impuestos policiales» que percibía Blefari y que le fueran entregados a él (Riegé) y en caso contrario lo relevaría y luego lo pasaría a retiro".
¿LAGNA NO TIENE NADA QUE VER CON ESE PERONISMO?
Yo, supongo que no, pero para despejar dudas debería demostrarlo con acciones, y ante situaciones objetivas de irregularidades ordenar el descabezamiento de él o los responsables. Debe quedar bien claro, que toda acción de corrupción trae aparejado un mal desempeño de los trabajadores policiales y también un peligro para la sociedad que no tiene seguridad.
Ahora, si el Ministro Jorge LAGNA, no forma parte de la punta del iceberg, o de la corona, como se dice habitualmente donde llega dinero ilegal de la estructura policial; ¿el techo dónde está? ¿En la Jefatura de Policía?
Suelo ser crítico de la conducción provincial a partir de ciertas cuestiones de ineficacia tanto en la conducción del personal, como en la ejecución de operaciones de prevención sobre la seguridad; ¿ahora, si el Ministro no es la caja de recepción de dinero espurio institucionalizado, lo es la dupla que conduce la fuerza? Debo creer que no.
Ahora, como lo dije más arriba para con el funcionario político; para disipar dudas, pare dejar claridad en la gestión, queremos ver acciones directas, y dejar bien en claro que la Jefatura de Policía no forma parte de recaudaciones ilícitas, no las avala, no las oculta y por el contrario las extirpa y las sanciona con dureza ejemplificadora.
Yo, espero que en los próximos días se tomen medidas administrativas; la causa judicial ya está en marcha hace unos días; la investigación del fiscal, nada tiene que ver con las determinaciones administrativas dispuestas por el Ministro o por la cúpula policial, como puede ser separar del cargo a él o los responsables del oscurantismo ilegal.
Dije al principio, “tengo sospechas”, planteándome un interrogante; espero que en principio pueda opinar bien o mal de la gestión de Jorge LAGNA, pero tener la certeza que no forma parte de la corona.
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