Comisario inspector de la Policía Bonaerense y actual concejal en Florencio Varela, en un video que grabó de pie frente al Monumento a los Caídos en el Ministerio de Seguridad para anunciar su pase a retiro voluntario. Denunció censura y reivindicó la «libertad de expresión».
Por Alberto Martínez (*)
«Firmé mi baja voluntaria después de 27 años de servicio. Lo hago para poder hablar. Para poder decir lo que pienso. Lo hago por la libertad», dijo Maximiliano Bondarenko, ex comisario inspector de la Policía Bonaerense y actual concejal en Florencio Varela, en un video que grabó de pie frente al Monumento a los Caídos en el Ministerio de Seguridad.
La escena no fue un acto más. Fue un gesto cargado de simbolismo, memoria y coraje: despedirse del uniforme donde empieza la historia institucional, al lado de quienes dieron la vida por la Patria y por sus compañeros. Así se va un jefe de verdad.
Un mensaje que conmovió a toda la fuerza
Su publicación generó una avalancha de mensajes en redes sociales: más de 400 comentarios de camaradas, ex subordinados, instructores, ex cadetes y ciudadanos que lo conocieron en los pasillos de la Escuela Vucetich, en el barro del Comando Matanza, o en operativos de madrugada en La Plata. Todos coincidieron en algo: Bondarenko no fue un jefe más. Fue un líder con uniforme en la piel.
«Se ponía el chaleco y venía al apoyo, nunca vi un jefe hacer eso», «nos recibía con chocolatada en las fiestas patrias», «nos enseñó que ser buen policía está por encima de ascender», «el único que nos miró a los ojos y no a los hombros», escribieron compañeros que lo acompañaron en destinos clave. Otros simplemente lo despidieron con un «¡Saludo uno, Jefe!», el código silencioso de la camaradería.
El paso a la política y el nuevo rol legislativo
Tras su salida de la fuerza, Bondarenko continuó su vocación de servicio desde la política. Hoy integra el Honorable Concejo Deliberante de Florencio Varela como concejal por La Libertad Avanza, el espacio que responde al presidente Javier Milei en la provincia. Forma parte del bloque que encabeza Diego Vallejos, también ex policía, y trabaja en proyectos relacionados con seguridad, reinserción y políticas públicas locales.
Desde su banca, Bondarenko reclama con firmeza más federalismo, respeto institucional y una reforma de fondo en las fuerzas, pero sin perder de vista lo esencial: “Necesitamos una institución de excelencia porque el vecino la necesita, y más que nada, nosotros los policías la necesitamos”, sostuvo.
El valor de decir lo que otros callan
Su renuncia no fue simplemente un trámite burocrático. Fue una declaración de principios: “No podía opinar ni siquiera de mis compañeros. Esta decisión es para ser libre. Libre para hablar. Para decir lo que pienso”, expresó.
Esas palabras, en tiempos donde el silencio parece más seguro que la verdad, valen más que cualquier estrella en el uniforme. Porque como él mismo recordó, “hay que intentar ser un buen policía antes que un alto jefe”.
Reflexión editorial
Un político con uniforme en la piel que habla claro y sabe lo que dice, que reclama patriotismo en tiempos donde desde las más altas magistraturas se «regala» públicamente nuestra soberanía en Malvinas. Sin lugar a dudas, alguien que entendió que el verdadero ascenso es servir sin desviarse del camino.
Bondarenko eligió salir por la puerta grande. Y eso no se consigue con un cargo: se gana en la calle, con honor y con memoria.
¡Quien quiera oir que oiga!
(*) Licenciado en Seguridad Pública y Ciudadana por la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), ex oficial de la Policía de la Provincia de Santa Fe, dirigente gremial policial y periodista.
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