El gobierno de Maximiliano Pullaro estableció para la Policía de Santa Fe un cupo de género para limitar el ingreso de mujeres. ¿Se trata de una decisión basada en criterios operativos o de una restricción arbitraria sin fundamento empírico alguno? ¿Que dicen los estudios en el mundo?
Por Alberto Martínez (*)
Un giro inesperado en la composición policial
En los últimos años, la cantidad de mujeres inscriptas para la carrera policial en Santa Fe superó a los varones, alcanzando un 63,2% en 2024. Ante esto, el Ministerio de Seguridad decidió imponer un cupo del 70% de varones, reduciendo drásticamente la participación femenina. Según el ministro Pablo Coccocioni, la medida busca corregir la «feminización» de la fuerza y recuperar un «criterio de proporcionalidad».
Sin embargo, esta decisión despierta interrogantes: ¿Es realmente necesaria? ¿Afecta la operatividad de la policía que haya más mujeres? ¿O simplemente responde a una resistencia al cambio en la composición de la fuerza?
La decisión de imponer un cupo masculino del 70% en la Policía de Santa Fe contradice el principio de igualdad de oportunidades y no tiene respaldo en estándares internacionales.
¿Estándar internacional o política local?
Cococcioni argumenta que la fuerza se alejó de los «estándares internacionales», pero no refiere el funcionario una norma global que fije un porcentaje específico de hombres y mujeres en las fuerzas de seguridad. Por el contrario, organismos como la ONU y la CEDAW promueven la igualdad de oportunidades sin restricciones arbitrarias.
La Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU destaca la importancia de la participación femenina en la seguridad, y estudios internacionales han demostrado que una mayor presencia de mujeres en las fuerzas policiales mejora la gestión de conflictos y reduce la violencia institucional.
¿Discriminación inversa o corrección de desigualdades?
Los cupos suelen justificarse como herramientas para corregir desigualdades estructurales, garantizando el acceso de grupos subrepresentados. En este caso, el cupo no busca corregir una discriminación previa contra los varones, sino limitar el acceso de las mujeres que, por decisión propia, han optado en mayor cantidad por la carrera policial.
Si la policía debe reflejar la sociedad que protege, imponer un límite al ingreso femenino parece más una barrera que una solución. En lugar de establecer restricciones arbitrarias, el foco debería estar en mejorar la selección y formación de los aspirantes, independientemente de su género.
Estudios académicos y reportes de organismos internacionales
Mejora en la gestión de conflictos y acceso a la justicia
India (ensayo controlado aleatorizado 2018-2020) – Un estudio experimental a gran escala en el estado de Madhya Pradesh demostró que la introducción de mesas de ayuda atendidas por mujeres policía en comisarías aumentó drásticamente la denuncia de violencia de género. Las comisarías con estos puestos especializados a cargo de oficiales femeninas registraron un 14% más de denuncias penales (FIRs) por delitos de violencia contra las mujeres y hasta 1000% más reportes de incidentes domésticos (vía civil) comparado con comisarías sin mujeres en esos roles
Los autores concluyen que medidas de policía con enfoque de género –y la presencia de mujeres en posiciones visibles de autoridad– hicieron a la policía más receptiva y aumentaron el acceso de las mujeres a la justicia, logrando que muchas más víctimas se atrevieran a denunciar abusos. (Fuente: DAILYPIONEER.COM)
Estados Unidos (estudio econométrico) – Una investigación de Miller y Segal (2019) publicada en The Review of Economic Studies analizó la integración de mujeres en departamentos policiales de EE.UU. entre los años 1970–1990. Encontró que al aumentar la proporción de oficiales femeninas, subieron significativamente las denuncias de delitos violentos contra las mujeres (especialmente violencia doméstica) reportados a la policía, mientras que los casos de violencia letal en el ámbito familiar disminuyeron. En las jurisdicciones con más mujeres policía se observaron descensos posteriores en las tasas de homicidios de pareja íntima y de abusos domésticos no letales, sin cambios equivalentes en delitos contra hombres
Esto sugiere que las mujeres agentes mejoran la confianza de las víctimas para reportar delitos y contribuyen a resolver conflictos domésticos antes de que escalen a violencia grave. (Fuente: IDEAS.REPEC.ORG)
Brasil (comisarías de la mujer) – Un estudio del Banco Mundial (Perova & Reynolds, 2017) evaluó el impacto de las delegacias da mulher (comisarías especializadas atendidas principalmente por personal femenino) sobre la violencia doméstica. Mediante un análisis de diferencias en diferencias en 2.074 municipios brasileños, encontraron que en zonas metropolitanas la apertura de una comisaría de la mujer redujo la tasa de homicidios de mujeres aproximadamente un 17% (equivalente a 1.23 menos muertes por 100.000 mujeres de 15–49 años)
La caída fue aún mayor (hasta 5.57 por 100.000) entre mujeres jóvenes. Dado que una proporción alta de feminicidios resulta de violencia de pareja, esta reducción indica un efecto positivo en prevención y manejo de conflictos domésticos severos gracias a la intervención de unidades policiales con perspectiva de género. (Fuente: OPENKNOWLEDGE.WORLDBANK.ORG).
Percepción, mediación y confianza comunitaria
Diversas publicaciones especializadas en criminología señalan que las mujeres policía tienden a emplear tácticas menos agresivas y a enfatizar la comunicación y mediación para resolver situaciones tensas. Por ejemplo, investigaciones en Canadá y EE.UU. muestran que las agentes de-escalan conflictos con mayor frecuencia y son percibidas como más accesibles y empáticas por la ciudadanía, especialmente en incidentes domésticos
La ONU también enfatiza esta ventaja: una fuerza policial diversa que incluya más mujeres está mejor capacitada para generar confianza con la comunidad, lo que redunda en mayor cooperación ciudadana y resolución pacífica de disputas.
De hecho, el Secretario General de la ONU Antonio Guterres afirmó en 2023 que la participación femenina en la policía “promueve el acceso a la justicia para todos”, pues muchas víctimas (p. ej. de violencia sexual) se sienten más seguras denunciando ante oficiales mujeres. (Fuente: SECURITYWOMEN.ORG)
Reducción de la violencia institucional y uso excesivo de la fuerza
Menor propensión al uso de la fuerza – Numerosos estudios coinciden en que las mujeres policía, en promedio, hacen un uso de la fuerza mucho más moderado que sus pares masculinos. Un análisis de datos en siete grandes agencias policiales de EE.UU. (Lonsway y Wood, National Center for Women & Policing, 2002) reveló que las mujeres agentes están sustancialmente menos involucradas en casos de fuerza excesiva o brutalidad. Ya sea medido por quejas ciudadanas, expedientes disciplinarios o demandas civiles, las oficiales femeninas aparecen dramáticamente sub-representadas en incidentes de uso indebido de la fuerza
De manera similar, un estudio publicado en Women & Criminal Justice examinó miles de intervenciones policiales y halló que las oficiales mujeres usan menos fuerza en los encuentros con civiles que los hombres, aún controlando factores contextuales (como la gravedad de la situación). Los autores concluyen que aumentar la contratación de mujeres podría ayudar a reducir los casos de fuerza excesiva en algunas corporaciones. (Fuentes: GIWPS.GEORGETOWN.EDU / OJP.GOV)
Estos hallazgos apoyan la noción de que las mujeres aportan un enfoque más mesurado y menos militarizado a la labor policial, disminuyendo la violencia institucional.
Menos lesiones y escaladas violentas – La menor inclinación de las mujeres policía a recurrir a la fuerza bruta también se traduce en menos daños tanto para civiles como para agentes. Una investigación en Canadá recientemente reportó que, al emplear la fuerza, las oficiales tienen 40% menos probabilidades de lesionar al sospechoso en comparación con los oficiales varones
Esto se atribuye a que las mujeres optan por tácticas de control físico menos lesivas y agotan más instancias de diálogo antes de llegar a la confrontación física. Si bien algunos estudios aislados no encontraron diferencias significativas, el consenso de la literatura es que una mayor representación femenina tiende a reducir la violencia en los encuentros policía-ciudadano (Fuente: RESEARCHGATE.NET).
En resumen, la presencia femenina actúa como factor de moderación, contribuyendo a que las intervenciones policiales no escalen tan fácilmente a situaciones violentas.
Prevención de abusos y trato a poblaciones vulnerables – Los beneficios se extienden al interior de las instituciones. Human Rights Watch ha documentado que la falta de mujeres en las fuerzas de seguridad puede propiciar abusos graves, especialmente contra mujeres bajo custodia. En Papúa Nueva Guinea, por ejemplo, HRW y Amnistía Internacional denunciaron que muchas víctimas de violencia de género no se atreven a denunciar ante una policía compuesta casi exclusivamente por hombres, y que la ausencia de personal femenino en custodia aumentaba el riesgo de violación y maltrato hacia detenidas. (Fuente: HRW.ORG).
Sus informes urgieron a reclutar más mujeres policías como medida indispensable para reducir la violencia institucional, señalando estándares internacionales que requieren personal femenino durante registros o interrogatorios de mujeres detenidas
En línea con esto, la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito (UNODC) reconoce que la participación de las mujeres en la aplicación de la ley “mejora los servicios policiales, aumenta la eficacia operativa y genera más confianza por parte de la población”, fortaleciendo el respeto a los derechos humanos en el desempeño policial (Fuente: UNODC.ORG).
Conclusiones y respaldo internacional
En conjunto, la evidencia internacional –desde estudios académicos en revistas de criminología hasta evaluaciones del Banco Mundial y observaciones de organismos de derechos humanos– demuestra un impacto positivo de la integración femenina en las fuerzas policiales. Las mujeres oficiales suelen mejorar la gestión de conflictos, privilegiando la comunicación y empatía, lo que facilita la resolución de disputas (p. ej. en casos de violencia doméstica) y anima a más víctimas a buscar ayuda. A la vez, su presencia contribuye a reducir la violencia institucional, tanto disminuyendo el uso excesivo de la fuerza como previniendo abusos dentro de las propias dependencias policiales. Por ello, organismos internacionales como la ONU abogan por elevar la participación femenina en la policía, afirmando que “más mujeres en la policía construirán un futuro más seguro para todos”
Del mismo modo, iniciativas del Banco Mundial y Human Rights Watch respaldan reformas de seguridad con perspectiva de género, reconociendo que una fuerza policial diversa y equitativa no solo es un imperativo de igualdad, sino que mejora la eficacia policial y reduce la violencia hacia la ciudadanía. (Fuentes: UNGENEVA.ORG / GIWPS.GEORGETOWN.EDU).
Conclusión final
La decisión de imponer un cupo masculino del 70% en la Policía de Santa Fe contradice el principio de igualdad de oportunidades y no tiene respaldo en estándares internacionales. En lugar de equilibrar la fuerza, la medida impone una restricción artificial que podría afectar la motivación y el acceso de quienes desean servir a la comunidad.
La seguridad pública no mejora con cupos, sino con una policía profesional, capacitada y con condiciones laborales dignas para todos sus miembros.
Impacto de la presencia femenina en fuerzas policiales: gestión de conflictos y reducción de violencia institucional
La presencia de mujeres en los cuerpos policiales ha sido objeto de numerosos estudios internacionales. La evidencia sugiere consistentemente que incorporar más mujeres agentes mejora la gestión de conflictos (especialmente en casos de violencia de género y situaciones que requieren mediación) y reduce la violencia institucional (como el uso excesivo de la fuerza y abusos policiales).
(*) Licenciado en Seguridad Pública y Ciudadana por la Universidad Nacional del Chaco Austral (UNCAUS), ex Oficial Auxiliar de la Policía de Santa Fe.
APROPOL Noticias
Referencias:
- Amalia R. Miller & Carmit Segal (2019). “Do Female Officers Improve Law Enforcement Quality? Effects on Crime Reporting and Domestic Violence.” Review of Economic Studies, 86(5): 2220–2247
IDEAS.REPEC.ORG - Elizaveta Perova & Sarah Reynolds (2017). “Women’s Police Stations and Intimate Partner Violence: Evidence from Brazil.” Social Science & Medicine, 174: 188–196
OPENKNOWLEDGE.WORLDBANK.ORG
(Washington, DC: Banco Mundial). - Sandip Sukhtankar & Gabrielle Kruks-Wisner et al. (2022). “Policing in Patriarchy: Experimental Evidence on Women’s Help Desks in India.” Estudio ganador del FT Responsible Business Education Award 2023
DAILYPIONEER.COM
(Resumen en UVA News, 2022).
Amie M. Schuck & Cara Rabe-Hemp (2005). “Women Police: The Use of Force by and Against Female Officers.” Women & Criminal Justice, 16(4): 91–117
OJP.GOV - Kim Lonsway & Michelle Wood (2002). “Men, Women, and Police Excessive Force: A Tale of Two Genders.” Los Angeles: National Center for Women & Policing
GIWPS.GEORGETOWN.EDU - Human Rights Watch / Amnesty International (2006). Carta al Ministro de Seguridad de Papúa Nueva Guinea: “Papua New Guinea: Recruitment of Female Police Officers” (Human Rights Watch)
HRW.ORG - Antonio Guterres – Secretario General de la ONU (2023). Discurso en el Día Internacional de la Cooperación Policial: “More women police means a safer future for everyone”
UNGENEVA.ORG - UNODC (2022). Comunicado “UNODC supports the empowerment of female criminal justice practitioners” – Datos globales sobre participación femenina en policía y efectos positivos
UNODC.ORG
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