Una serie de testimonios revelan una preocupante cadena de abusos jerárquicos, decisiones arbitrarias y encubrimiento de violencia de género dentro del Comando Radioeléctrico de Pérez, Santa Fe.
Inspectores con décadas de servicio son degradados sin causa, se eliminan regímenes laborales opcionales y se protege a agresores en lugar de víctimas. El silencio institucional agrava todo.
Los denunciantes son personal policial del Comando Radioeléctrico de Pérez, en su mayoría con alta jerarquía y antigüedad, que expresan haber sido víctimas de maltrato, cambios arbitrarios y degradaciones. El jefe de la dependencia, comisario P. G., es señalado como principal responsable de estas decisiones.
Está ocurriendo
Los testimonios dan cuenta de un escenario alarmante:
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Se eliminó el régimen horario 12×36, dejando solo el 24×48, sin ofrecer la opción prevista por norma.
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Esto implica una pérdida salarial significativa para muchos agentes, que dejan de percibir el adicional por régimen especial.
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Inspectores con más de 25 años de servicio fueron bajados a tareas operativas básicas, mientras oficiales sin jerarquía ni formación son puestos a cargo.
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Una inspectora con carrera y experiencia fue dejada fuera de la jefatura del tercio sin motivo, en favor de una oficial inferior en jerarquía.
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Se protege a personas vinculadas a jefaturas o funcionarios: “el 12×36 es solo para amiguitos”.
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Tercer caso consecutivo de una mujer víctima de violencia de género que es trasladada o apartada, mientras el agresor permanece en funciones.
Hace meses
La situación se denunció entre marzo y abril de 2025, y afecta al personal en funciones del Comando Radioeléctrico de la ciudad de Pérez, dependiente de la Unidad Regional II de la Policía de Santa Fe.
Maltrato y favoritismo
Estos hechos no son aislados. Denotan una cultura institucional de maltrato y favoritismo, donde el ascenso no representa un premio al mérito, sino un castigo. Se desincentiva la formación, se encubre la violencia de género, se desvaloriza la experiencia y se naturaliza el abuso jerárquico.
“Uno asciende al reverendisimo pedo, porque te boludean más que antes”, lamenta un inspector con 27 años de servicio.
“Si no sos amigo de alguien, no tenés derecho al 12×36”, afirma otro de los testimonios.
Una línea que se repite
Esta denuncia no es la primera. En notas anteriores ya hemos visibilizado la falta de respaldo institucional ante hechos de violencia de género dentro de la fuerza, con víctimas que son revictimizadas a través de traslados, silencios o indiferencia de los mandos. El caso de Pérez marca un nuevo punto crítico que amerita una intervención urgente.
¿Se puede reclamar legalmente?
Sí. Según la normativa vigente, los cambios de régimen horario deben ser fundados, notificados y permitir al personal optar cuando existan modalidades alternativas habilitadas. Además, toda discriminación laboral por motivos de género, antigüedad o jerarquía viola derechos constitucionales y tratados internacionales suscriptos por Argentina.
Desde APROPOL, FASIPP y Frecuencia Azul, hacemos un llamado urgente al Ministerio de Seguridad de Santa Fe para que investigue estos hechos, repare las injusticias y garantice el respeto a la carrera, a la dignidad de las mujeres policías y a la integridad laboral de cada trabajador y trabajadora. El abuso de poder no puede seguir siendo la norma.
La jerarquía no debe ser un castigo, ni la denuncia un boleto de salida.
APROPOL Noticias
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