Hace algunos años, durante una conferencia, un funcionario del Ministerio de Seguridad de una provincia del norte argentino se acercó y me preguntó: ¿Por qué existe tanta rotación de jefes policiales?
Por Lic. Alejandro Gabriel Lopez (*)
Mi respuesta fue que la rotación constante de líderes en las organizaciones policiales, al igual que en muchas fuerzas de seguridad, es el resultado de una combinación de factores estructurales, políticos y operativos. Sin embargo, en las últimas dos décadas, se pueden identificar dos causas principales que influyen directamente en este fenómeno:
Por un lado, la falta de liderazgo profesional dentro de las instituciones policiales, lo que se traduce en gestiones ineficaces y poco efectivas en materia de seguridad ciudadana. Por otro, la ausencia de integridad, entendida como la coherencia ética entre lo que se dice y lo que se hace, lo que socava la autoridad moral de quienes deben liderar con ejemplo y firmeza.
Para reducir la rotación de líderes en las organizaciones policiales y mejorar su eficacia, algunas medidas clave son las siguientes:
Establecer una carrera profesional basada en el mérito, promoviendo el ascenso y crecimiento dentro de la institución de acuerdo con las habilidades y competencias demostradas, en lugar de depender de factores externos o políticos.
Fomentar un liderazgo ético y profesional, asegurando que los líderes se guíen por principios sólidos de justicia, equidad y responsabilidad, y que sus acciones siempre reflejen estos valores.
Invertir en programas de formación continua en áreas como liderazgo, resolución de conflictos y habilidades emocionales, esenciales para gestionar equipos y situaciones complejas de manera efectiva.
Reforzar la moral institucional mediante la creación de tribunales de ética para los altos mandos, garantizando que se mantengan estándares éticos elevados y que los líderes asuman la responsabilidad por sus decisiones y acciones.
Además de estas medidas, hay otras acciones cruciales que pueden contribuir a mejorar el liderazgo y la ética dentro de las organizaciones policiales. Un punto importante es evitar la reincorporación de líderes que no hayan tenido éxito en sus gestiones previas o que no cuenten con el respaldo de los integrantes de la institución como líderes respetados. Este tipo de decisiones contribuye a fortalecer la confianza y la eficacia del cuerpo policial.
Es fundamental implementar estrategias que no solo fortalezcan el desarrollo de los recursos humanos, sino también la eficacia institucional, creando entornos de trabajo más sólidos, éticos y confiables. De este modo, se podrá reducir la rotación de líderes, asegurando una gestión policial más estable y eficiente.
(*) CEO Desarrollo Organizacional AGL. Conferencista / Escritor
@alejandrogabriellopezoficial