ROSARIO: Condenaron a un policía por falsear el acta en un homicidio

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Recibió una pena de 3 años de prisión por mentir sobre lo ocurrido el 13 de enero cuando en un allanamiento ilegal mataron al albañil Rafael Venialgo Acosta.

Rafael Venialgo Acosta dormía en su casa de la villa de Vía Honda cuando irrumpieron dos policías que, sin anunciarse, forzaron la entrada. Sin saber qué peligro lo amenazaba, el albañil paraguayo de 55 años se resguardó con un machete oxidado por toda defensa detrás de una puerta y uno de los efectivos lo mató de un escopetazo. Pero el acta policial por su muerte dijo otra cosa. Sostenía que los efectivos llegaron hasta ese domicilio en persecución de dos personas, que el uniformado perdió el equilibrio y que de forma accidental se le disparó el arma. El policía que lo acompañaba en ese operativo reconoció al tiempo que ese relato era falso y terminó condenado.

El efectivo del Comando Radioeléctrico Juan Carlos Moretti, de 30 años, recibió una pena de 3 años de prisión condicional además de dos años de inhabilitación especial para ejercer cargos públicos. La pena se dictó en el marco de un juicio abreviado por los delitos de allanamiento ilegal y encubrimiento doblemente agravado: por ser el hecho precedente especialmente grave y por ser él un funcionario público. El efectivo deberá además abonar 30 mil pesos en concepto de reparación económica a los familiares de la víctima.

“Se metieron en la casa y mataron a un trabajador a sangre fría”, decían los familiares de Venialgo Acosta reunidos frente a la casa del Pasaje 1821 al 4900 donde ocurrió el hecho. La medianoche el martes 13 de enero de 2021 Venialgo Acosta se despertó por los gritos y ruidos en un portón de su casa que da a la calle y que sobresaltaron a su esposa. Mientras la mujer llamaba al 911, él se atrincheró detrás del segundo acceso a su vivienda, una puerta de chapa verde por la que se accede a la cocina, con un machete que usaba para cortar el pasto.

La investigación del fiscal Adrián Spelta reveló que esa noche los policías fueron comisionados por el 911 por un hecho de amenazas a la zona de Patagones al 4100. En ese lugar, una mujer denunció que su ex pareja —un hijastro del albañil asesinado— había violentado una restricción de acercamiento y la había amenazado con una escopeta. En la búsqueda del muchacho, los efectivos recorrieron 600 metros hasta la casa de Venialgo Acosta, en la zona de Avellaneda al 4400.

Alrededor de la 0.30 violentaron entre ruidos atronadores el portón del frente que da a un pequeño patio delantero. Luego forzaron la puerta de entrada de la casa que estaba cerrada con llave e ingresaron sin orden de allanamiento alguna y sin identificarse. Detrás de la puerta estaba el albañil. El policía Miguel Ángel Y. forcejeó con él y montó una bala en la recámara de la escopeta Escort Hatsan con munición antitumulto. Como Acosta no se desprendía del machete, según la imputación, efectuó una detonación a muy corta distancia que impactó en el cuello del albañil.

Con la demora de la ambulancia, el hombre murió unos cuarenta minutos más tarde camino al hospital. Su hijastro, a quien buscaban, no estaba en la casa: ya había sido retenido en las inmediaciones. Todo el incidente _los golpes en la puerta, los gritos, la detonación_ quedó grabado en el segundo llamado de la esposa de la víctima al 911. Al creer que irrumpían ladrones, la mujer arrojó el teléfono bajo un ropero para que no se lo robaran. Y desde allí el aparato siguió transmitiendo el episodio de gatillo fácil. La grabación fue parte de la prueba reunida por el fiscal.

Los dos policías que ingresaron a la casa fueron imputados por distintos delitos. A Moretti se le atribuyó haber participado del falseamiento del acta para encubrir el accionar de su compañero. El policía primero avaló la versión volcada en el acta de procedimientos pero luego admitió cómo sucedieron los hechos en los que su colega cometió el homicidio. La viuda de la víctima contó que a Moretti no lo vio hacer ni decir “nada”. En cambio, de Y. dijo que tras el disparo letal le preguntó si tenían dinero, revisó la casa y no le permitió encender la luz.

El acta que el policía condenado admitió como falseada relató que la víctima hirió a Y. con el machete —el policía tenía algunos cortes superficiales— y que a éste se le escapó el disparo al perder el equilibrio, pero la admisión de Moretti en un abreviado fortalece la reconstrucción de los hechos planteada por la Fiscalía. El policía Y., quien sigue ligado al proceso, fue imputado el 15 de enero como autor de un homicidio calificado por abuso de la función policial, cometido en medio de un allanamiento ilegal. Ese delito se pena con prisión perpetua y el efectivo se encuentra en prisión preventiva.

Fuente: La Capital

APROPOL Noticias

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