Berni no quiere sindicatos pero cobra 300 lucas por mes

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Estos días este impresentable payaso que ocupa el Ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires intento denostar la misión de los sindicatos policiales cuyos trabajadores no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas para vivir pero el solo de sueldo se lleva seis veces mas.

Por Alberto Martínez (*)

Es obvio que quien reparte se queda con la mejor parte y no necesita sindicato. La organización gremial es la herramienta natural, legitima y ademas legal para defender los intereses profesionales de los trabajadores.

 

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En medio de protestas por mejores salarios, condiciones de trabajo y de vida de parte de los colegas bonaereneses el impresentable y payasesco titular del área salio con una serie de ilegalidades como la de ofrecer tiros a cualquier planteo gremial policial y luego denostar a quienes venimos desarrollando un movimiento legitimo que aspira al reconocimiento delas organizaciones sindicales que los policías nos dimos en ejercicio del legitimo y soberano derecho a agremiarnos con fines útiles.

Es cierto que lamentablemente la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en fallo dividido han emitido una escandalosa resolución que derivó en el no reconocimiento de las entidades que llegaron a esa instancia pero sujeto a una hipotéticamente ley que regule la actividad y que debería darse por parte del Congreso de la Nación. Esto conlleva la presentación de dos denuncias ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA por la clara violación de nuestros derechos humanos mas elementales y así fue admitido por el organismo internacional.

Para tratar de impedir o al menos retrasar lo que puedan este proceso inevitable, Berni “El Capitán Alpargatas” como lo hizo en Rosario en 2013 envía a efectivos de la Gendarmería Nacional a hostigar y tratar de enfrentarlos con los policías movilizados y sabemos que este enfrentamiento de características impensadas y obviamente cruenta tiene carácter imprevisible en todos los términos. Por ello celebro la prudencia y astucia de los colegas de esa provincia de no responder ciegamente a esta provocación artera y cobarde bajo la idea del “anímense y vayan” que aplica este cirujano devenido en militar.

No quieren sindicatos policiales porque es desde allí donde vamos a estar fortalecidos para avanzar en conquista y fundamentalmente defender los derechos que nos son propios.

Esta claro al menos ante este año electoral a quien no debemos dar el voto de la familia policial. El resto va a cargo de cada familia azul.

(*) Secretario General APROPOL

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