Debe haber gestos urgentes para desagraviar a los policías

zalazar 20mar21

El arribo de Jorge Lagna a la cartera de seguridad, para los policías, no cambia nada, primero porque se mantiene la misma estructura que hace un año y medio hostiga a los compañeros policiales; pero además, porque a “los dichos de Sain”, desde el punto de vista laboral, siguen tratando al sector de trabajadores policiales como en Uganda, los mandan a trabajar y no les pagan.

Por Miguel Zalazar

Hay horas extras que no las abonan los municipios, entes autárquicos como el Tunel Subfluvial, corredores viales, IAPOS, EPE, y ministerios como el de salud o el de cultura. Ahora, no es responsabilidad del policía reclamarle a los contratantes, sino, es una obligación del Ministerio de Seguridad de obligar a abonarlas o en su defecto no seguir mandando gratis a los policías a los servicios.

Marcelo Sain arrancó con un discurso efusivo de que “los policías no podían ir tarolas” a trabajar, que era “una vieja costumbre de pretender una policía de Holanda con salarios de Uganda”; sin embargo fue el mismo quien borró con el codo lo que escribió con la mano; a la semana ya había un retroceso en cuanto a los pagos de los clubes amateur en el monto de la hora del Servicio de Policía Adicional; y con el correr del tiempo siguió con más de lo mismo, los policías van gratis a trabajar, con pagos atrasados, sufriendo un desfasaje del 30 % del valor al momento real de efectivizarse el mismo.

Hay compañeros que cobran tres o cuatro meses después de haber hecho un servicio, y en algunos casos, ni siquiera abonan el servicio con la antelación que marca la ley y el propio decreto firmado por Perotti en febrero de 2020; claramente violan la ley, delinquen.

Pasa con los servicios adicionales, pasa con las horas extraordinarias; es el propio ministerio el que incumple; y es hasta una hipocresía que el mismo Montenegro (Secretario de Seguridad) hable del bienestar policial, y los negrea no pagándoles por el trabajo que hacen.

Chimenti y Zancocchia no tienen credibilidad ni mando en la tropa

Jorge Lagna asume con una conducción desacreditada, sin mando, y vista como una de las peores de las últimas décadas, que fue funcional ciegamente a Sain, y con eso entregó al personal policial, con órdenes improcedentes, tirando jefes por la ventana; tibios, temerosos y obedientes, siendo con ello, cómplices de la corrupción.

Tanto la jefa como el subjefe de policía, hoy no aparecen como líderes, no son el horizonte en que se refleja el personal policial; más aún, con poca trayectoria operativa y mucho de academia, hombres y mujeres policías, observan al reciente nombrado Director de la Agencia de Investigación Criminal Carlos Zoratti como referente policial; y eso sucede por la frágil conducción; y porque tanto Chimenti como Zancocchia solo han dedicado el tiempo en sus cargos a procurar seguir en sillón a cualquier precio, incluso, “entregando” a sus pares.

Chimenti, una incapaz, inoperante; lo cual demuestra que no es una cuestión de género conducir una fuerza policial, sino de capacidad; y Zancocchia, que logró salir a tiempo de la hoguera que era General López; solo fue un “si señor” para Sain.

Zancocchia que fue puesto de subjefe por el propio Lagna; ahora, sería interesante preguntarse, si el ahora ministro de seguridad, está seguro de seguir manteniendo en el cargo al subjefe de policía ante el advenimiento de audiencias en el caso del juego clandestino en el Departamento General Lopez; por ahí dicen que hay muchas más escuchas.

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