En el debate sobre seguridad ciudadana, muchas veces los datos dicen una cosa y la gente siente otra. Podemos tener estadísticas que muestran una baja en los índices delictivos, pero si la comunidad sigue viviendo con miedo, entonces el objetivo de brindar seguridad aún no se ha cumplido.
Por Lic. Alejandro Gabriel López (*)
La percepción de inseguridad es, en muchos casos, más poderosa que los números, porque influye directamente en cómo las personas viven, se relacionan y se mueven. Por eso, la seguridad debe abordarse no solo desde lo operativo, sino también desde lo humano, comunicacional y emocional.
A continuación, se pueden proponer algunas líneas de acción integrales para reducir esa percepción y reconstruir la confianza social:
🚩Presencia activa del Estado
Policía visible, cercana y empática, no solo reactiva, sino entrenada en inteligencia emocional.
Operativos de saturación en zonas críticas.
Patrullajes a pie o en bicicleta, que refuercen la cercanía con el vecino.
🚩Urbanismo seguro y humano
Mejor iluminación, limpieza y mantenimiento de espacios públicos.
Eliminación de zonas oscuras o abandonadas.
Actividades culturales y comunitarias que generen presencia y apropiación positiva del espacio.
🚩Comunicación clara y transparente
Informar a la comunidad sobre acciones concretas, no solo estadísticas frías.
Mostrar resultados visibles: detenciones, condenas, allanamientos.
Contrarrestar el miedo que instalan los medios con presencia real en el territorio.
🚩Participación ciudadana real
Crear o reforzar foros de seguridad y mesas barriales.
Escuchar a los vecinos, identificar miedos cotidianos y dar respuestas concretas.
Programas como “vecinos en alerta” o botones de pánico comunitarios.
🚩Formación ( Instituto policiales)
Nuevo programa curricular en herramientas como en inteligencia emocional, liderazgo, inteligencia artificial, atención plena y motivación.
🚩Prevención educativa
Charlas y actividades en escuelas, clubes y centros vecinales.
Promoción de la cultura de la denuncia.
Trabajo intergeneracional que reduzca el miedo mutuo y fortalezca los vínculos sociales.
En síntesis, no se trata solo de mostrar que hay menos delitos, sino de lograr que las personas se sientan más seguras. Porque la seguridad no es solo la ausencia de hechos delictivos, sino la presencia de confianza, cercanía y bienestar comunitario.
(*) Máster en PNL / Coach / Especialista en Neuroliderazgo
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