«Ni papel para los partes»: la precariedad llega al límite en la Unidad Regional I

La falta de insumos en la UR I obliga a escribir partes policiales en papeles de descarte. Un símbolo de abandono institucional.

Por Rubén Pombo

En la Unidad Regional I de la Policía de la Provincia de Santa Fe, una de las jurisdicciones más importantes del territorio provincial.

La situación se volvió crítica en los últimos días, aunque el deterioro viene de larga data. En varias seccionales ya se había advertido sobre la falta de papelería oficial, bolígrafos, carpetas, sobres, tinta y hojas para impresoras.

Los policías se ven obligados a redactar los partes diarios y las actas de procedimiento en papeles reutilizados o de descarte, algunos ya impresos por una sola cara, otros directamente rescatados de residuos de oficina. El problema se agrava porque:

  • No hay provisión de hojas ni formularios reglamentarios.

  • Se utiliza material no apto para documentación legal.

  • Se exponen a impugnaciones judiciales por falta de validez formal.

«Nos piden que actuemos con profesionalismo, pero no nos dan ni un paquete de hojas», confió un efectivo indignado.

La falta de recursos básicos no solo afecta la operatividad policial, sino que pone en riesgo la validez procesal de las actuaciones. En un contexto de máxima exigencia institucional, la falta de insumos es otra forma de violencia estructural contra quienes deben garantizar la seguridad.

¿Con qué autoridad el Estado exige eficiencia si no provee ni papel para trabajar?

Un modelo de precarización institucional

Este caso no es aislado. La falta de insumos se repite en múltiples dependencias y forma parte de una lógica de abandono presupuestario que impacta en todos los niveles del servicio.

Frente al deterioro, el silencio oficial es ensordecedor. Pero la precarización se ve, se palpa y ahora también se escribe en papeles de descarte.

¿Y el presupuesto?

La pregunta cae por su propio peso: ¿dónde está el presupuesto de Seguridad?

Según el Presupuesto 2025 de la Provincia de Santa Fe, el Ministerio de Seguridad cuenta con miles de millones asignados para “funcionamiento operativo” de las fuerzas policiales. Sin embargo, en las comisarías faltan elementos mínimos para cumplir tareas básicas.

No hay patrulleros, no hay chalecos, no hay tinta… y ahora tampoco hay papel. El ajuste no es sólo económico: es institucional.

APROPOL Noticias

Déjanos tu comentario