El Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II de Rosario atraviesa una situación crítica que afecta tanto a sus trabajadores como al servicio de seguridad pública.
Por Rubén Pombo
Los efectivos policiales, junto a sus familias, alzan la voz para exigir condiciones laborales dignas y el respeto a sus derechos fundamentales.
Jornadas laborales extenuantes: 22 horas sin descanso
Los agentes están actualmente cumpliendo turnos de 12×36 horas. Sin embargo, de manera compulsiva, son recargados con 8 horas extras, llevando su jornada a 22 horas seguidas. Muchos deben patrullar a pie, agotados, ya que la falta de móviles los deja sin alternativas.
Cabe destacar que hacerlos trabajar 12 horas seguidas y luego recargarlos con 8 horas extra sin otorgar un descanso previo de al menos 8 horas va en contra de la propia reglamentación interna y de los principios básicos de seguridad laboral. Esta situación pone en riesgo no sólo la salud de los agentes, sino también la eficacia del servicio.
¡Una locura impropia de un Estado que pretende cuidar a quienes nos cuidan!
La odisea del traslado: cientos de kilómetros y «haciendo dedo»
El 80% del personal de Rosario proviene del norte de Santa Fe. Sin transporte oficial garantizado, numerosos efectivos deben recorrer cientos de kilómetros hasta su lugar de trabajo, a veces haciendo dedo en la ruta, poniendo en riesgo su integridad antes incluso de comenzar su servicio. ¡Un despropósito que no debería tolerarse en pleno 2025!
Un reclamo justo: 12×48 para recuperar la dignidad laboral
Ante esta situación, los trabajadores policiales piden cambiar el régimen horario actual por un 12×48, que permita turnos más humanos y adecuados a las necesidades reales. Un pedido que no sólo es razonable, sino también necesario para garantizar una seguridad pública eficiente.
Uniformes ausentes: trabajar con dignidad también es un derecho
A pesar de los compromisos oficiales, la mayoría de los efectivos no ha recibido sus uniformes reglamentarios. Muchos trabajan con prendas deterioradas o directamente costean su propio uniforme. No se puede exigir excelencia cuando ni siquiera se proveen las herramientas básicas.
Un llamado a la reflexión y la acción urgente
Desde APROPOL, FASIPP y FRECUENCIA AZUL reafirmamos que la defensa de los derechos laborales de los trabajadores policiales y penitenciarios es la mejor manera de construir una seguridad pública más justa y eficiente para todos. No hay futuro en el maltrato: ¡hay que dignificar para proteger!
APROPOL Noticias
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