Denuncian que IAPOS dilata la entrega de tratamientos oncológicos en Rosario: “Los pacientes se mueren esperando”.
Por Alberto Martínez
En Rosario la obra social IAPOS, que atiende a trabajadores estatales de la provincia de Santa Fe, está demorando la entrega de tratamientos de quimioterapia.
La denuncia no viene de pacientes solamente. Viene de adentro. Del propio personal de salud, que trabaja cada día viendo cómo la burocracia se impone sobre la urgencia médica.
“Hay pacientes que necesitan empezar el tratamiento en tiempo y forma. No podés esperar 10 días, 15 días, porque eso no es un trámite: es la diferencia entre la vida y la muerte. Pero IAPOS te da vueltas. Y mientras tanto… el tumor crece.”
(Testimonio reservado de profesional de la salud)
No es demora. Es abandono
Los tratamientos oncológicos no son optativos. No son postergables. Cada día que pasa sin quimioterapia es un día ganado por el cáncer. Sin embargo, los pacientes afiliados a IAPOS —docentes, administrativos, policías, jubilados— deben soportar demoras absurdas para acceder a lo que, por derecho, les corresponde.
“El medicamento está. El protocolo está aprobado. El oncólogo lo firma. El hospital lo prepara. Pero IAPOS no autoriza a tiempo. A veces ni siquiera responde. ¿Quién se hace cargo si un paciente desmejora por la espera?”
(Testimonio reservado)
“Se nos mueren esperando”
El personal del centro asistencial consultado pidió mantener la reserva de sus identidades, pero confiaron su indignación con dolor y firmeza. La frase se repite: “Se nos mueren en la sala de espera”. Porque es literal. Porque es inaceptable.
“Esto no es una crítica política. Es un grito desesperado. No se puede justificar lo injustificable. No se puede mirar para otro lado mientras se vulnera el tratamiento de personas que están luchando por su vida.”
Cuando la única salida es pagar por justicia
Como si no bastara con la enfermedad, muchos pacientes se ven obligados a recurrir a la justicia para que IAPOS autorice lo que médicamente ya fue indicado. Pero presentar un amparo no es sencillo ni accesible: los honorarios promedio de los abogados rondan el millón y medio de pesos, una cifra imposible para la mayoría de las familias.
Y lo más grave: mientras se discute en tribunales, el tratamiento se interrumpe o se posterga, lo que puede generar consecuencias irreversibles. Porque el cáncer no espera. El cuerpo no espera. Y cuando el Estado se desentiende, la enfermedad avanza con total impunidad.
El silencio oficial, cómplice
Hasta el momento, IAPOS no ha dado explicaciones públicas sobre estas demoras. Tampoco el Ministerio de Salud de la provincia. La opacidad y la desidia parecen ser parte del protocolo no escrito. Y mientras tanto, los pacientes oncológicos siguen en vilo.
No se trata de un caso aislado. No se trata de un error administrativo. Se trata de un sistema de salud que no responde cuando más se lo necesita.
Exigimos respuestas. Exigimos respeto. Exigimos humanidad.
Desde este medio denunciamos con toda firmeza esta situación y nos ponemos del lado de quienes no tienen tiempo para esperar. Porque cuando el Estado falla en lo esencial —proveer atención médica oportuna—, falla en su razón misma de existir.
IAPOS debe responder. El gobierno debe intervenir. Y los santafesinos deben saber: a veces, la negligencia mata más que la enfermedad.
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