Por Lic. Alejandro Gabriel López (*)
El primer día como policía o como nuevo jefe no es simplemente una formalidad.
Es el comienzo de una nueva etapa, tanto en la carrera como en la vida. Es el momento en que el uniforme deja de ser solo una prenda para convertirse en un símbolo: de responsabilidad, vocación y servicio.
Ese día también marca el inicio de un proceso fundamental: la construcción de la confianza. La confianza de tus compañeros, de la comunidad y, ante todo, de vos mismo.
Una frase que he escuchado a lo largo de los años entre oficiales y suboficiales de las fuerzas policiales y penitenciarias es: “El funcionario tiene que saber todo; para eso tiene el cargo o el título”. Sin embargo, esta idea, aunque muy extendida, es un error de concepto. Nadie puede saberlo todo, ni en lo profesional ni en lo personal, y mucho menos durante sus primeros pasos en un nuevo rol. Reconocer esta realidad es el primer paso para aprender, crecer y liderar con autenticidad.
Durante ese primer día, es común que los niveles de estrés estén altos: el cortisol se eleva, los nervios están a flor de piel y las inseguridades afloran. Para transitar ese momento con solidez y comenzar a ganar la confianza del entorno, propongo aplicar una herramienta práctica que llamo técnica ACTITUD:
Técnica ACTITUD: Claves para comenzar con el pie derecho
A – Actitud positiva: Llegá con energía, con ganas de aprender, de aportar y de representar con orgullo el uniforme.
C – Cortesía profesional: Saludá con respeto, presentate con educación. La forma en que te mostrás dice mucho de vos.
T – Templanza: Mantené la calma. Estar nervioso es natural, pero la serenidad es una herramienta clave en esta profesión.
I – Integración al equipo: Sumate con humildad. Escuchá, hablá menos, preguntá más sin miedo y colaborá. Esa actitud fortalece los lazos y te integra al grupo.
T – Total atención: Observá, registrá, tomá nota. Todo lo que ves, aunque parezca pequeño, puede ser importante.
U – Unidad de propósito: Comprendé que el trabajo es colectivo. El sentido de pertenencia y el compromiso compartido son esenciales en esta función.
D – Disciplina y responsabilidad: Cada acción cuenta. Lo que hacés hoy construye la reputación que te va a acompañar mañana.
Sé vos mismo, con humildad y coherencia
No es necesario fingir una actitud o una personalidad para agradar. Sé auténtico desde el primer día: coherente, profesional y humano. Recordá que una palabra tan simple como “gracias” tiene un gran valor, y que la humildad es una virtud que abre puertas, fortalece relaciones y deja huella.
(*) Conferencista | Escritor
CEO – Desarrollo Organizacional AGL