Cadetes del ISEP entre la precarización y el silencio del gobierno que pese a las graves denuncias sólo ordenó requisas y «cazas de brujas» dentro de las sedes del instituto. No hay solución a los graves problemas.
Por Alberto Martinez
La formación policial en Rosario atraviesa una crisis alarmante. Denuncias sobre condiciones indignas, alimentación deficiente y maltratos a cadetes evidencian una grave vulneración de derechos que el gobierno ignora.
Luego de las denuncias de APROPOL no dudaron en buscar las fuentes de información como si solo los cadetes o alumnos estuvieran hartos de la situación.
Una formación que parece un castigo
Mensajes que llegan desde distintos puntos de la provincia describen una realidad preocupante: cadetes privados de celulares para evitar que filmen las condiciones deplorables en las que viven, comida en estado lamentable y baños en condiciones insalubres.
Los relatos hablan de jóvenes que deben turnarse para dormir, que sufren deshidratación y que incluso temen ser sancionados si sus familias les acercan alimentos o agua. Sin embargo, esta situación no es nueva: el Estado los trata como descartables desde el inicio de su formación, y luego les exige que se jueguen la vida en las calles.
«Palpar para ver si ingresan Celular»
Para que no muestren la realidad de la verdad del MAMARRACHO y VERGÜENZA del Instituto de Inseguridad Pública. Está de más decir que hay personal que dicen ser instructores que se prestan al apriete y el forreo a Cadetes.
«…a raíz de lo que pasó, recuerdo ahí en Rosario, usted que está ahí en Rosario, puede chequear la información. Los palpan y todo, a los muchachos ahí y a las chicas ahí, por miedo a que entren en el celular y filmen. todo lo desagradable que hay adentro, la comida, también baño, todo eso es un despelote, pero lo que es la comida hace de cuenta que es como un ciruja. Ni un ciruja come así, por decirlo así. ¿Y cómo es? Así que téngalo en cuenta. Impresionante, así que no tiene que haber celular dentro de la escuela. Hasta los que han llegado, ¿eh? Ahí en Rosario, acá ya directamente los palpan también, ni siquiera así, ni en la mochila, no, en nada, en nada, en nada. Así que imagínese cómo está la situación. Es caótica y vergonzosa a la vez…»
«…Este tema de los cadetes es muy preocupante. Pero lo que más preocupa que tomó estado en toda la Provincia pero no llega a lo que realmente tienen que velar por los futuros Policías? El Gobierno será que no le importa por qué no suman votos? Seremos descartables también para parte de la Sociedad? Que quieren ocultar o que nos quieren vender? Tema uniforme se entregó pistola credencial y destino pero el gobierno como ente empleador no entregó uniforme hasta el día de hoy…»
«…Los Padres ya se preparan para abastecer a los cadetes con agua fundamentalmente alimentos y golosinas con el riesgo que lleva que se le den de baja a los cadetes si son descubierto por el predio en busca de calmar la Sed. Se siguen turnando para dormir cuando se puede y amanecen débiles y encima un buen bailecito como frutillita…»
Un Estado que abandona a quienes luego exigirá compromiso
El gobierno se desentiende de los futuros policías. A días de recibir su destino, aún no han recibido uniformes, pero ya cuentan con credencial y armamento. Este desorden no es un error, es el reflejo de una gestión que no considera a los efectivos policiales como trabajadores con derechos.
El problema no es solo logístico: es una política de degradación y disciplinamiento
Se naturaliza el maltrato para que, cuando ejerzan su rol, acepten sin cuestionar las mismas condiciones indignas y los atropellos laborales que hoy padecen en su formación.
Conclusión: lo que se calla es lo que se perpetúa
El silencio oficial sobre esta crisis no es casualidad. Si la precarización empieza en la academia, continuará en las calles. La falta de reacción del gobierno y la indiferencia de parte de la sociedad solo refuerzan un mensaje: para el poder, los policías son descartables antes de recibir el uniforme y lo seguirán siendo una vez que estén en funciones.
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