ROSARIO.- Una tía afirmó que nunca lo vio, a otra le mostraron una foto de Franco y no supo quién era, el padre dio 3 FECHAS DISTINTAS del momento en que se entero de que su hijo había estado detenido, luego afirmó, en consonancia con la versión de los trabajadores policiales, "en la comisaría me dijeron que lo habían liberado el 7", su primo reconoció indirectamente que a Franco le faltaban los dientes antes de llegar a Rosario y la querellante por el hijo de Franco "se fugó".
Por Hugo Alvarez (*)
La quinta jornada del juicio en la CAUSA ARMADA por la muerte de Franco Casco causó el estupor de jueces, secretarios y escribientes del Tribunal Oral Federal N°2 de Rosario.
Este extremo fue precedido por la indignación e impotencia de los acusados -quienes llevan 7 AÑOS soportando una persecución estatal, un linchamiento político y una condena social desmedida- señalados por un crimen que desde el primer momento afirman no haber cometido, y a cuya instancia de debate llegan después de soportar casi 5 AÑOS de un encarcelamiento preventivo innecesario, cruel e inmoral.
La sensación que se vivió rozó el guión de una comedia de Alex de la Iglesia, esas caracterizadas por el absurdo y un ambiente cargado de crudeza visual que provoca risa e incomodidad por igual.
Foto sin dientes, pero tenía dientes
El caso, que mueve una emocionalidad y controversia propia de causas tan sensibles como la del fiscal Alberto Nisman, el de Nora Dalmaso o el crimen de la hija del Juez Fraticcelli, fue convertido en la jornada del 17 en un festival de negacionismo y preocupaciones en el lado acusador.
Los abogados de la defensa exhibieron fotos de Franco Casco SIN DIENTES (pese a la resistencia y negativa de los abogados acusadores).
Estas fotos fueron presentadas por los defensores en julio del 2018
En aquel momento el juez federal Carlos Vera Barros ordenó a la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelitos (UFECI) que recabaran toda la información del perfil "Franco De la Sirena" al entender que "la prueba aportada por la defensa controvierte la teoría de la fiscalía", es decir, ya en aquel entonces el propio juez reconoció el valor de esa evidencia, y lo que ella señalaba: Franco no tenía dientes antes de venir a Rosario.
Cabe aclarar que la teoría acusadora utilizó un informe falseado para afirmar que "Franco habría perdido 3 dientes en vida y de forma violenta" lo que fue punto central para acusar a los trabajadores por torturas.
El valor incontrovertible de la foto donde se ve que Franco no tenía dientes 1 año antes de llegar a Rosario no fue pasado por alto por el Juez Vera Barros.
Al ver la foto, algunos familiares de Franco se atrevieron -ante la mirada atónita del tribunal- a negar lo INNEGABLE.
En ese sentido su hermana fue mas allá, adujendo Franco no solo tenía todos los dientes, sino que tenía "dientes de más" mientras miraba la foto donde se observa que Franco no tenia sus incisivos, o los tenía rotos, picados y en muy mal estado.
Misma linea siguieron su padre Ramón y su tía Maria Roque, negando que en el lugar de la fotografía -donde debía haber dientes y había un agujero- lo que se veía parecía que era eso, pero no era eso. Todos los presentes no daban crédito a la negación estudiada e impuesta a los familiares.
Por su parte a la tía Maria Roque (quien afirmó que conocía al joven Casco desde los "7 años" y había pasado con él los días que estuvo en Rosario) le exhibieron una foto de Franco con sus amigos y le pidieron que señale a su sobrino: señaló a otra persona.
En el sentido de la negación sobre los dientes, se aportó la foto de autopsia, donde se visualiza el cráneo de Franco Casco y se confirma en muerte la faltante de los mismos dientes que estaban ausentes vida, y en la misma foto, no se ve ningún "diente de más".
A su turno, el primo miró la foto y afirmó que parecía que le faltaban "las paletas"
Se vivió un momento tenso cuando el abogado de Ramón Casco, el Dr. Luciano Hazan, maltrató a la Dra. Antonela Travesaro (única mujer entre los abogados) quien se limitaba únicamente a exhibir la foto de Franco SIN DIENTES al primo de éste.
El letrado la increpó gritándole "usted no puede intimidar al testigo" frase que deslizó con un tinte machista que llevó al tribunal a llamar al orden al letrado.
Ramón Casco, por su parte, dijo que se había enterado de la detención de Franco el día 8 de octubre. Luego de unas miradas fulminantes de su abogado paso a decir que se había enterado "el día 13 de octubre" y luego de eso afirmó que se había enterado "el 30 de octubre en la marcha que le organizaron para ir a la comisaría". En un mismo testimonio dio 3 fechas contradictorias.
Luego confirmó que en la comisaría le habían informado el día que había estado detenido Franco, en que circunstancias, cuando le habían dado la libertad e incluso ratificó lo mismo que en su testimonio: los trabajadores policiales indagaron hasta confirmarle a Ramón que su hijo (quien se había presentado como Franco GODOY) había estado detenido allí dando otro apellido.
Mención aparte mereció el momento donde le mostraron la foto prontuarial, y el padre del joven sostuvo nuevamente "lo veo que esta todo torturado", sobre lo que se le preguntó "¿usted vio muchas fotos de gente torturada?" antes de contestar Ramón miro a su abogado y repitió el mismo guión.
Sobre esto, hay 4 autopsias y el dictamen de 50 profesionales médicos que opinan en forma contraria a Ramón
El cuerpo de Franco no tiene ni una sola lesión que se relacione con su muerte. Ante esto el diagnóstico de los Histopatólogos Adriana Daddario y Roque Nigro (ambos del cuerpo medico de la CSJN) junto con el Médico Jose Speranza fue que Franco murió ahogado.Ante este panorama demoledor, pareciera que a la familia Casco, la negación automática y tapar las circunstancias verdaderas en las cuáles murió su hijo les viene impuesta desde muy arriba.
Nuevas medidas de prueba
El relato fragmentado y contradictorio de la tía de Franco provocó que el tribunal llamara a testimonio a dos personas que pueden arrojar luz sobre lo que la testigo declaró. En el mismo sentido siguen surgiendo evidencias "perdidas" por la fiscalía por lo cual el Tribunal trabaja en dar con su paradero.
Sobre las declaraciones de Carina G. (hermana de Franco) se solicitó que se recabaran los datos de su teléfono celular, ya que la misma negó frente a un tribunal federal que el teléfono desde donde escribió "hola Franco, soy CARI". -luego de afirmar que no hay otra Carina en su familia- fuera suyo.
Seguir presos por nada
Ante este festival de absurdos, las inconsistencias en los relatos de los familiares del joven Casco no sólo mostraron una versión de los hechos armada en torno a lo que sus abogados les dijeron que debían decir, sino que exhibieron un desconcierto mezclado con una falta de empatia absoluta hacia la gente que grita fuerte, alto y claro que son inocentes y que de una vez por todas los oigan.
Al día de la fecha, lo que la historia demostró HOLGADAMENTE en este caso -EMBLEMA DE LOS ARMADOS POLÍTICOS Y MILITANTES- es la violación acérrima al derecho de presunción de inocencia, la aberración cometida por el Estado al presentar a personas inocentes como culpables ante la sociedad mucho antes de una sentencia definitiva, la complicidad de Ex Defensores Públicos, secretarias de Juzgado que antes de ocupar ese cargo compartían oficina con ese Defensor público, Fiscales que ocultaron y desparecieron pruebas, Organizaciones radicalizadas que pretenden venderse ante la opinión publica como "de derechos humanos" y buscan únicamente ganar espacios a costa de la libertad y dignidad de trabajadores, conjuntamente con la aparición de ciertos líderes políticos que construyeron la culpabilidad de gente INOCENTE para ganar un voto manchado.
Eso esta demostrado estudiando un poco los antecedentes del caso, confrontando el expediente "mediático" con el expediente jurídico y acercándose a la puerta del Tribunal en las jornadas de debate para ver quiénes son los que vienen a reclamar "su parte del posible botín".
Las personas a las cuales les destruyeron la vida hace 8 años, esas 30 personas por las cuales los abogados de la familia Casco, las organizaciones que van a la puerta del tribunal (esas que no son de Derechos Humanos, sino de "linchamientos humanos") ciertos "políticos de carrera" y los propios familiares de Franco no muestran ningún tipo de empatia o interés en oír lo que les están diciendo y demostrando a lo largo de los años, siguen firmes en contarnos la verdad, la que sostienen y no cambian jamás, esa que se ajusta a la realidad.
Quizá hoy esté en nuestras manos oírlos, ver las evidencias que quieren mostrarnos y volver a desempolvar aquel viejo dicho que sostenía "es mejor perdonar a mil culpables, que condenar a un solo inocente".
(*) Presidente de la Asociación Civil Inocente Colectivo
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