11 junio, 2023

"Lo voy a repetir: en el juicio quedó demostrado que a Franco Casco no lo mató la policía"

La defensora del comisario Diego Álvarez planteó cómo, a su criterio, se caen punto uno a uno las pruebas para acusar y solicitar penas de perpetua.

 

 

"En el juicio quedó demostrado que a Franco Casco no lo mató la policía. Lo voy a repetir: A Franco Casco no lo mató la policía". Así empezó el alegato este viernes la defensora de Diego Álvarez, el jefe de la comisaría 7ª cuando fue detenido el joven de Florencio Varela en octubre de 2014. "Luego de transcurrido este largo debate estamos en condiciones de afirmar que la acusación es una construcción narrativa que no se ha podido demostrar. Quedo claro que aquí no hay delito. Y por lo tanto vamos a solicitar la absolución y la inmediata libertad de Diego José Älvarez", sostuvo Antonella Travesaro.

El juicio trata de determinar qué ocurrió con el muchacho de 22 años que estuvo detenido en la comisaría 7ª en octubre de 2014 (se discute sobre si la fecha fue el 6 o el 7) y cuyo cuerpo apareció flotando en el río el 30 de ese mes. El caso está caratulado desaparición forzada de persona seguida de muerte y están acusados con distintas figuras 19 policías.

Las defensas desplegaron este viernes textos en la sala para graficar el impacto del caso que lleva nueve años de trámite.

"Llegamos al juicio creyendo cuatro cosas. La primera que Franco Casco había sido detenido la noche del 6 de octubre de 2014 en la estación Rosario Norte por el móvil 4387. Ese extremo ya está descartado por la propia acusación. Hoy no sabemos si lo detuvo el 4387 o el 5667, a qué hora, quién, dónde. Pensamos que teníamos precisiones. No las tenemos", sostuvo la letrada ante el Tribunal Oral Federal que componen los jueces Otmar Paulucci, Eugenio Martínez, Osvaldo Facciano y Ricardo Vázquez.

En segundo lugar, dijo la defensora, "se pretendió probar que una vez que a Franco lo detienen lo trasladan a la comisaría 7ª donde fue ingresado sin que se registre ni que se comunique a ninguna autoridad esa detención para luego someterlo a tratos crueles que le causaron la muerte. Estos tormentos se dieron supuestamente en una secuencia de golpizas, fotografía a Casco, toma de huellas, luego otra golpiza y luego un silencio total. Posteriormente la madrugada del 7 de octubre el cadáver fue arrojado el cuerpo al río Paraná durante un corte de luz supuesto en la seccional. No sabemos qué personal se deshizo del cuerpo, no se probó que existió un corte de luz esa noche, no sabemos quiénes sacaron el cuerpo, en qué móvil, hasta dónde fueron", puntualizó Travesaro.

En tercer lugar "se pretendió probar que el personal policial labró un hecho falso, para lo cual convocaron al vecino Daniel Crespo, y se le informó un hecho falso a la fiscalía, que ocupaba el fiscal Alvaro Campos. En cuarto lugar a partir del 9 de octubre de 2014 se produjo el ocultamiento y la negativa de que todo el hecho desde la detención se haya producido".

¿Cuáles son las evidencias con las que se contaron?, se preguntó Travesaro para contradecir la imputación. "La presencia del móvil policial en Ovidio Lagos al 1. Eso está descartado porque se probó que ese móvil había sido destinado para auxiliar a un colectivo 110 que había sido atacado por hinchas de Central. El segundo elemento de la fiscalía fue la pérdida de tres piezas dentarias, en vida y en forma traumática, y ya pudimos afirmar que no existió pérdida vital". Eso porque los incisivos los había perdido por mala salud bucal y una tercera pieza fue removida en la autopsia.

Sostuvo que el tercer fundamento de la fiscalía fue el relato de testigos detenidos en la comisaría 7ª. "Acá se discriminó entre los que declararon a favor de los trabajadores inocentes y aquellos que declararon en su contra. La columna vertebral de la acusación fue la declaración de Pablo Argüello, uno de los detenidos que supuestamente vio lo ocurrido con Casco. Los trece internos que supuestamente vieron o escucharon algo fueron denunciados por falso testimonio agravado por Diego José Alvarez que solicitó ser tenido como parte querellante".

Otro de los elementos que se deslizaron según la defensora fue el resultado negativo de plancton mineral en pulmones por lo que se interpretó que Franco cayó ya muerto al río. "Este extremo fue controvertido por la propia médica Virginia Creimer que afirmó que no había golpes en Casco sino que cayó vivo al agua y murió ahogado". Dijo que en quinto lugar "pretendieron instalar un supuesto fondeo por unas fotos del cadáver sujeto con sogas, material indiciario abandonado por la propia acusación, cuando con pruebas científicas y médicas pudimos demostrar que esas sogas habían sido usadas por rescatar el cuerpo del río y no para fondearlo", subrayó.

"Del otro lado de esta teoría alocada que nos planteó la acusación contamos con toda la documentación oficial del procedimiento realizado el 7 de octubre de 2014 avalado por el Ministerio de Seguridad, el Ministerio Público Fiscal de Santa Fe, el gobierno de Santa Fe, en concordancia con todas las reglas, códigos internos, leyes orgánicas, llamadas, fotografías, consultas, fichas dactiloscópicas, todo producido el 7 de octubre. Y con todo lo dicho por Diego Alvarez en ocho declaraciones. De paso digo que nadie de la acusación le preguntó nada. Extraño: tenemos acá al torturador, al cazador, y no le preguntaron nada".

El tren

"Nunca se acreditó que salía un tren el día que salió Franco supuestamente a tomar un tren a la estación Rosario Norte". ¿Cuándo pretendió volver Franco a Florencio Varela donde vivía? "Por la mañana del 6 de octubre fueron a Rosario Norte pero no pudieron comprar el pasaje y por eso volvieron. No está acreditado que ningún tren partiera ese día. No sabemos qué pasó durante su estadía familiar ni podemos dar por cierto lo que nos dijo la familia de Franco. Lo único que podemos decir es que Franco a partir de las 13 horas del 6 de octubre ya no le contesta a su familia. Nos queda un agujero que con nueve años no se pudo obtener: Por qué se fue Franco, a dónde, por qué y para qué", dijo Travesaro.

La defensora detalló, leyéndolos, mensajes y conductas contradictorias entre los familiares de Casco, e incluso pedidos de que no volviera a Florencio Varela. "No se pudo presentar ningún elemento probatorio de la presencia de Casco en la estación Rosario Norte. Tenemos probado y vertido en el seno familiar tres fechas contradictorias de retorno (que surgen de los mensajes). Sabemos incluso que no tenía dinero para volver", dijo Travesaro. "Hay groseras contradicciones en familiares de Franco. Lejos está decir esto para intentar criminalizar a la familia Casco. Pero sí tenemos que poner de resalto que en otras ocasiones mínimas contradicciones han valido para imputar a personas en esta causa como al vecino Daniel Crespo o a los odontólogos Lisandro García y Aníbal Peralta, o fundar un pedido de prisión perpetua en errores que hay en un sumario prevencional", contrastó la abogada. Su testimonio se interrumpió en un paso a cuarto intermedio y seguirá la semana próxima.

Fuente: La Capital

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